Un disturbio tropical que afecta a Puerto Rico y el país traerá más lluvias acompañadas de tormentas eléctricas y ráfagas de viento a casi todo el territorio nacional, por lo que el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) incrementó anoche el nivel de alerta verde para el Distrito Nacional y 14 provincias.
Están en el aviso las provincias de Santo Domingo, La Altagracia, San Pedro de Macorís, La Romana, La Vega, El Seibo, Hato Mayor, Puerto Plata, Espaillat, Santiago, Monte Plata, Samaná, María Trinidad Sánchez y Duarte (en especial el Bajo Yuna). En esos lugares ha llovido mucho.
Para las provincias de la región Sur se esperan lluvias pero de menor intensidad.
De acuerdo con la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), el fenómeno seguía esta madrugada alejándose del país, en la parte noreste, pero dejaba un gran campo nuboso que mantiene incidencia tanto en la zonaNorte como en la vecina isla de Puerto Rico.
Dijo que las áreas montañosas encontradas por el fenómeno en el país y la vecina isla han evitado que se convierta en ciclón.
Gloria Ceballos, directora de Meteorología, informó que el zona de disturbios se debe a un sistema de baja presión asociado a una activa onda tropical que producirá aguaceros con tormentas eléctricas y ocasionales ráfagas de viento que serán más intensas en las provincias citadas.
Dijo que las lluvias se sentirían con mayor intensidad hasta hoy y que podrían acumular hasta 80 milímetros en 24 horas y ser mayor en algunos puntos aislados.
El director del COE, general Juan Manuel Méndez, informó que los organismos de socorro del Gobierno se activaron y pidió a la población estar pendiente y dar seguimiento a los boletines.
Sugirió reportar cualquier situación de riesgo al 809-472-0909.
Puerto Rico. En esa isla ha llovido con intensidad durante gran parte de la noche y los resportes indican que se espera un incremento durante el fin de semana.
Las autoridades puertorriqueñas emitieron una alerta ante la posibilidad de inundaciones en la isla de Culebra y el este del país.
Insistieron a los residentes en zonas bajas próximas a ríos, arroyos y cañadas que deben tomar las medidas de lugar para salvar vidas y propiedades, de forma principal en las provincias bajo alerta.