BUENOS AIRES. El delantero colombiano Erik Correa se convirtió en el protagonista foráneo de la cuarta fecha del fútbol argentino, como figura y goleador en Gimnasia La Plata, que empató 2-2 con Belgrano, pero sufrió una seria lesión en la rodilla izquierda.
Correa anotó el primer gol del «lobo» cuando apenas se jugaban 35 segundos, con un cabezazo, y a él le cometieron el penal que derivó en el segundo tanto del equipo de La Plata.
Fue una pesadilla para la defensa de Belgrano en todo momento con su despliegue y potencia. Pero la suerte del moreno delantero cambió al promediar la segunda mitad, cuando al luchar la pelota con un rival cayó al piso con todo el peso del cuerpo sobre la pierna izquierda.
Correa se tomó de inmediato la rodilla y fue retirado en camilla del campo de juego, ya con un pronóstico poco alentador.
Poco después de finalizar el encuentro, el médico de Gimnasia, Pablo del Compare, le diagnosticó «una lesión ligamentaria combinada, con compromiso del ligamento cruzado anterior y externo, por lo que estará entre ocho y nueve meses sin poder jugar».