Es un archipiélago caribeño al este de Puerto Rico, pertenece a la Corona británica, tiene alrededor de 28 mil habitantes, 950 mil compañías y un Producto Interno Bruto per cápita que se sitúa entre los 20 más altos del planeta.
Como bien podrá usted adivinar, las Islas Vírgenes Británicas (BVI, por sus siglas en inglés) son un paraíso o guarida fiscal.
Un estudio comisionado por el mismo gobierno británico mostró que las BVI concentran un 45% de las compañías que se forman en paraísos o fiscales de todo el mundo.
China es uno de sus clientes favoritos.
Según la consultora especializada Offshore Incorporations ubicada en Hong Kong, un 65% de las compañías y fortunas personales de China que eligen servicios financieros en paraísos fiscales lo hacen en las BVI.
El autor de «The price of offshore revisited» («Una nueva mirada a los refugios fiscales») y profesor de la Universidad de Columbia, James Henry, explicó a BBC Mundo las razones del éxito de las BVI.
«El éxito de los refugios fiscales depende de que puedan suministrar secreto, regulación mínima y estabilidad a sus clientes.
«Por ser un territorio británico las BVI están perfectamente ubicadas para ofrecer estos servicios. A fin de cuentas, Londres es uno de los principales refugios fiscales del mundo», indicó Henry.
A mediados de los años 80, las BVI comenzaron a ofrecer servicios financieros especializados que muy rápidamente las convertirían en uno de los refugios fiscales más importantes del planeta.
La relación con las compañías chinas data de esa época.
En la década de los 80, con las reformas pro-mercado del entonces dirigente chino Deng Xiao Ping, hubo una explosión de compañías chinas con sede en Hong Kong que utilizaron los servicios financieros de las BVI.
«Los refugios fiscales suelen ser un vehículo para la evasión impositiva, pero con China sirven de escudo protector frente al riesgo político. Algo similar pasa con Rusia. Muchas veces el dinero que va a los refugios fiscales es un dinero opaco. El riesgo para los clientes chinos es que ese dinero y su origen queden expuestos por una movida política», señala Henry.
Una investigación del Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación –una red global formada por 185 periodistas de investigación de más de 65 países con sede en EE.UU.- difundida en 2013 da una idea del volumen de dinero en juego.
La investigación desenterró los nombres de cerca de 22 mil clientes de Hong Kong y China con activos depositados en refugios fiscales.
Según algunas estimaciones, entre US$1 billón y US$4 billones han desaparecido de China desde el año 2000.
«Entre los clientes se encuentran las 15 mayores fortunas de China, miembros del Congreso Popular Chino y ejecutivos de las compañías del estado.
«Entre otras hay una compañía del cuñado del actual presidente Xi Jinping y las compañías que crearon en las British Virgin Islands el ex primer ministro Wen Jiabao y su yerno», señala el informe.
Paraíso tiene una connotación positiva. Refugio adosado a fiscal es más neutro. También se ha usado el término “guarida fiscal” para subrayar el componente ilegal de muchas transacciones, pero lingüísticamente el equivalente más aproximado de guarida esden o hideout.
El estallido financiero de 2008 puso a los refugios fiscales en el ojo de la tormenta.
La necesidad de una mayor regulación y el combate a la evasión fiscal para contrarrestar el impacto de la deuda pública en países desarrollados han obligado a ajustar las tuercas del sistema financiero internacional.
En 2012 la autoridad de Hong Kong reforzó su marco regulatorio.
Según abogados vinculados al opaco proceso de formación de compañías en refugios fiscales, hay un control más estricto para compañías que operan en las BVI.
«Los bancos no quieren correr riesgos. Hoy es mucho más difícil abrir una cuenta en China», le señaló al Financial Times Elise Donovan, jefa de la oficina de Asia de BVI House.
Según Offshore Incorporations, en los dos últimos años la cuota del mercado chino acaparado por las BVI cayó del 80 al 60-65%.
El problema de las BVI no es sólo la mayor vigilancia por parte de los organismos regulatorios.
La competencia con otros refugios fiscales es también feroz.
Dado el botín en juego no sorprende.
Una estimación conservadora de la riqueza que se encuentra en los refugios fiscales a nivel global la cifra en torno a los US$24 billones de dólares, casi el doble del PIB de Estados Unidos.
En esta ronda de billones, la reputación de las BVI sufrió un duro golpe en 2013 por la denuncia del Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación y la filtración masiva de nombres de inversores.