Pregunta del lector: Tengo 20 años de casado. Sé que mi pareja y yo hemos llegado a un punto crítico en la relación. Pasé por una crisis personal hace años. Puede ser que a ella le esté pasando lo mismo. Me pide un tiempo de separación, a veces pienso que no me quiere. ¿Es conveniente darle el tiempo solicitado?
Respuesta de la terapeuta: Cuando una persona pide tiempo de separación es porque ya ha tomado la decisión de estar alejada de la pareja.
El malestar emocional que podría estar sintiendo puede ser incompatible con su presencia. Las motivaciones internas están, solo que no se atreve a decirle con exactitud lo que le pasa. Cada quien sabe lo que le pasa, pero no se atreve a afrontarlo directamente.
Hay personas que se alejan y dejan que el tiempo transcurra para que el otro decida la separación, dada la ausencia de respuestas, acercamientos e involucramiento afectivo.
El distanciamiento es muy revelador, los cuerpos no logran conectar, se siente la falta de calidez que se siente cuando se saludan, duermen juntos y comparten tiempo con los hijos. Aunque el desamor no se diga, se siente y se experimenta cada día.
Si la pareja tiene sus actividades propias, se siente segura de sí y ve la posibilidad de vivir sola sin temores, se reduce la posibilidad de convivencia como pareja.
El distanciamiento revela el grado de compromiso. Distancia marcada y el bajo involucramiento incrementan la probabilidad de separación.
Resulta doloroso y difícil para quien tiene que aceptar la petición sin estar de acuerdo. Amar al otro es también aceptar que la pareja puede dejar de amar, independientemente de las circunstancias que provocaron el desamor.
Insistir y tratar de convencer puede generar el efecto contrario: el rechazo.
Comprender a la pareja es un gesto solidario. Le agradecerá que respete su decisión y que esta le facilite dar el paso definitivo.
Lo que no pueden olvidar es que tienen hijos y que ellos se merecen que como padres aborden la situación tomándoles en cuenta y dándoles las justificaciones adecuadas de la separación. Eviten involucrarlos en situaciones engorrosas e inmanejables. Ellos ven a los padres, no a la pareja.
No hagan promesas que no cumplirán.
La separación sin discordancias conflictivas y ansiosas los ayudará a calmarse y a tener una relación a cada uno de ustedes sin sentimientos de culpa.