Las Obras recientes de Fernando Varela son una demostración de maestría y frescor conjugados. Un título adrede, minimalista, sin clave orientadora y estimulando lectura abierta
Agradecemos a Fernando Varela que esté presentando en District & Co, galería, especializada en arte contemporáneo, un conjunto de dibujos, pinturas y escultura, fehaciente a la vez de volubilidad y coherencia, de concepto y oficio, de una diversidad, sabiendo conservar los elementos figurativos, letristas y/o neo-abstractos- que lo vuelven inconfundible.
La obra genera una estrategia de contemplación progresiva y ascendente: si algún cuadro luce hermético a la primera mirada, una fascinación ignota no permite que nos alejemos, y a medida que nos integramos a la atmósfera y sus componentes pictóricos o gráficos-, desciframos, interpretamos, participamos Encontramos planteamiento y fin conceptual, aparte de la seducción formal. Esta muestra, sencillamente llamada Obras recientes pero que consideramos una antología breve de la expresión vareliana en los últimos años, ha sido muy bien seleccionada. No olvidemos la experiencia de Fernando como Curador curado, lo que sabe aplicar a su propio trabajo
El espectador inteligente y sensible -condición necesaria sino suficiente se apropia de esta combinación de intensidad, intimidad y mitificación, jamás inocente y conscientemente seductora, que, al mismo tiempo eleva el espíritu. Pues, hoy como ayer, Fernando Varela desconoce lo gratuito y superficial. Durante años comprometido con la sublimación del ser, luego geopolitizado con la suerte del Caribe insular, él llega a producir una iconografía de tipología eterna, pero situada en la actualidad, preocupada por la vida, la naturaleza, el estado del mundo y sus perspectivas en peligro de extinción.
La exposición. Aquí la obra emblemática es una instalación de cocodrilos blancos, clonados en sal marina, sobre la cual también reposan. Especie amenazada, más debil que devoradora, atravesó millones de años, pero, ¿cuántos más sobrevivirá? La tridimensionalidad, el monocromatismo, el naturalismo convierten a las tres bestias en víctimas anunciadas, en alegoría de vidas sin futuro, aparte de que es una reencarnación bellísima.
Fernando Varela sigue siendo pluridisciplinario, la vertiente escultórica difiriendo, hasta en estilo, de dibujos y pinturas. Además, desde hace mucho tiempo, como artista contemporáneo que es, rechaza la idea de progresión en la obra. Él explora distintos modos de creación, trabajando por series. La exposición en District refleja claramente ese proceso: hay una mutación de lenguajes con una autodefinición amplia, aunque siempre con un fuerte contenido estético.
Importante es subrayar que, hasta en una misma técnica y temática él no se repite, que varía y enriquece. Esa facultad de auto-renovación se afirma particularmente en los cuadros letristas. Ahora Fernando Varela toma la palabra, y en dos idiomas que se intercambian, sino interactúan en semántica y mensaje. Cuando escribe Black is white y viceversa, alude al desasosiego de un mundo contradictorio, lo martillea de su consciencia a la nuestra, en diferentes tamaños, colores, disposiciones. La diversidad de las herramientas intensifica el discurso ideológico.
Es una misma voz una suerte de obsesión- que se angustia por la problemática del hombre, su medio ambiente, su destino individual y colectivo. Las pinturas y dibujos, donde la figura y el cuerpo asumen el protagonismo, lo expresan, de forma casi lancinante; el personaje, necesariamente anónimo, sigue encerrado en un insólito colador, pero puede flotar, ascender y escapar Además Fernando Varela, que suele emplear gamas mediatizadas, de luminosidad baja e insinuante, introduce una variante cromática brillante, verdeante, purificadora. Un espacio esperanzador para las criaturas y la naturaleza en sus distintos reinos, que comparten el territorio pictórico.
Obras recientes, un título adrede minimalista, sin clave orientadora y por tanto estimulando una lectura abierta, personal e inquieta, se destaca como una excelente exposición, donde cada obra se justifica y tiene su lugar. Fernando Varela es uno de los artistas mayores de la escena visual dominicana.
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Generación del 70
Varela artista de dimensión internacional y varias veces premiado, apasionado de filosofía y de música, se define por una obra plural, proyectando un mensaje colectivo, con una autoexigencia perfeccionista. Ojalá se anime a presentar una retrospectiva.