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Fue un miércoles 28 de abril del 2004, que recibió sagrada sepultura, en el cementerio de la Máximo Gómez, de esta ciudad capital, el compañero y amigo Guaroa Antonio Mateo, quien laboró en las actividades hípicas desde el año de 1944, hasta el año de 1986, y no siguió prestando sus eficientes servicios, debido a que fue cancelado, sin prestaciones laborales, sin seguro y sin una pensión, no obstante a que desempeñó casi todos los cargos como juez en todos los departamentos, los cuales son nombrados por la Comisión Hípica Nacional.
Mateo, en los cincuenta (50) que dedicó de su vida única y exclusivamente –como empleado- al organismo oficial, del juego deporte de las carreras de caballos, y al periodismo hípico, también se desempeñó como Secretario de Carrera, Juez de Paddock, Secretario del Jurado, Director del Stud Book Dominicano por 20 años.