Discurso de Obama sobre los extremistas tiene ecos de Bush

Discurso de Obama sobre los extremistas tiene ecos de Bush

Las duras palabras del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, sobre el terrorismo islámico constituyeron un notable cambio en su discurso anual ante las Naciones Unidas, ya que se alejó del lenguaje de la conciliación y pasó a una retórica que recordó la de su predecesor George W. Bush.

Obama, que ganó la elección en parte por su oposición a las guerras de Bush hace seis años, dijo el pasado miércoles a la Asamblea General de la ONU que los extremistas contra los cuales los Estados Unidos encabezan ataques aéreos sólo entienden “el lenguaje de la fuerza” y responsabilizó al conflicto musulmán de que haya “tanta miseria humana” en el mundo.

“Ningún Dios condona ese terror; ningún agravio justifica esos actos”, dijo el presidente Obama al referirse a la violación, el asesinato y la decapitación de inocentes por parte del Estado Islámico.

Obama habló mientras aviones y drones de los Estados Unidos, con ayuda de Francia y varios países árabes, extendían una campaña de bombardeos contra posiciones de Estado Islámico desde Irak hasta Siria.

Por momentos hubo ecos del anuncio de Bush de 2003 sobre la invasión de Irak para derrocar a Saddam Hussein, durante el cual Bush sostuvo: “Esta no será una campaña de medidas a medias y no aceptaremos más resultado que la victoria”.

Obama dijo que su objetivo era proteger a los estadounidenses, lo que se diferencia de la misión de Bush de cambiar la clase gobernante de Irak.

De todos modos, dijo, “nada distraerá ni disuadirá a los Estados Unidos de lo que debe hacerse”.

Aaron David Miller, un ex negociador de paz en Medio Oriente del Centro Internacional Woodrow Wilson para Académicos en Washington, dijo que Obama no llegó tan lejos como Bush.

Las ‘bravuconadas’ de Bush. “No se basa en bravuconadas”, dijo Miller. “Se basa en lo que espera sea una estrategia que no se eternice a los efectos de no experimentar los problemas de su predecesor”, tales como una guerra de 10 años con un saldo de más 4.000 efectivos estadounidenses muertos, un gasto descontrolado y resentimiento contra los Estados Unidos en los países musulmanes vecinos. “No trata de arreglar Medio Oriente. Trata de proteger a los Estados Unidos y sus aliados”, dijo Miller.

“El lenguaje duro, moralista y sin matices de Obama” obedece a la amenaza que plantea Estado Islámico, agregó. “Y hay que decirlo con claridad: podría destruir su presidencia”.

De todos modos, sin duda algunos pasajes fueron característicos de Obama. “Ninguna potencia externa puede transformar corazones y mentes”, dijo. “Rechazar el extremismo sectario” es “una tarea que corresponde a la población de Medio Oriente”.

“Rechazamos toda sugerencia de un choque de civilizaciones”, dijo Obama. “Los Estados Unidos no basarán toda su política exterior en reaccionar al terrorismo”.

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