Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Albany comparó la frecuencia con la que un grupo de estudiantes emparejadas tenían orgasmos intensos con cómo eran sus novios.
La intensidad era más fuerte cuando la pareja era divertida, segura de sí misma y sus familiares tenían salarios altos
Olvidémonos de técnicas sexuales, improvisar nuevas posturas o explorar y excitar zonas desconocidas. Hasta otra, Kamasutra.
Como explica Victoria Woollaston en el Daily Mail, según los resultados de este estudio, la intensidad del placer femenino “está determinada por la elección de pareja de las mujeres”.
Rico y gracioso, orgasmo asegurado
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores analizaron las respuestas de un grupo de estudiantes heterosexuales con relaciones estables. Se les pidió que calificaran la frecuencia con que llegaban al orgasmo durante el sexo y compararon sus respuestas con el sentido del humor, la autoconfianza, el atractivo físico y situación económica de la familia de sus novios.
Así, descubrieron que la cantidad y calidad de los orgasmos estaba relacionada con la personalidad de sus parejas: “La intensidad era más fuerte cuando la pareja era divertida, segura de sí misma y sus familiares tenían salarios altos”, explica el psicólogo George Gallup, director de la investigación.
No sólo eso, cuando se cumplían estos factores en la personalidad de sus parejas ocurría además que las mujeres eran más propensas a iniciar las relaciones sexuales y que las probabilidades de tener un orgasmo –independientemente de la intensidad del mismo– eran más altas que con otras parejas que habían tenido.
Esto es lo que necesitas para ser bueno en la cama (según la ciencia)
Tras analizar los resultados del estudio, Gallup y sus colegas parecen estar seguros de que teniendo sentido del humor, ser atractivos y creérselo, y proceder de una familia adinerada, ya está todo hecho, afirma una publicación del portal El Confidencial.com.
¿Quién quiere meterse en la cama con un ogro malhumorado? En relación al hecho de ser graciosos y simpáticos, está claro que conseguir un clima de confianza y risas puede derivar en relaciones sexuales placenteras en las que ambas partes puedan comentar con cierta gracia qué quieren, cómo buscarlo o –lo más importante– cómo conseguirlo. Pero no, asume que contar buenos chistes no asegura que ella vaya a tener un orgasmo.
Conseguir un clima de confianza y risas puede derivar en relaciones sexuales placenteras
La confianza en sí mismo es otro de los rasgos que destacan para conseguir que las mujeres sientan más placer –o más frecuentemente– en la cama. Que tu pareja no esté acomplejada físicamente y tenga autoconfianza, siempre ayuda a que les veamos exactamente igual. Proyectar una imagen determinada influye en cómo nos visualizan los demás y nos muestra más atractivos.
Dice Gallup que “la satisfacción también está relacionada con la atracción que sienten las mujeres hacia sus parejas”. Acabáramos. Que el quid de la cuestión es que nos excite y guste nuestra pareja. Esto sí que cuadra. El resto, ensayos de prueba y error.
En cuanto al tema del dinero, quizás deberían preguntar más allá del entorno de un campus de una universidad privada…
Otras cualidades que te ayudarán a conseguir orgasmos intensos
El estudio también relaciona otras características que pueden influir en mejorar las relaciones sexuales con la pareja. Gallup explica que “la frecuencia está relacionada con la intensidad” y que aquellas mujeres que habían tenido un mayor número de relaciones o habían empezado a practicar sexo a una edad más temprana, tendían a ser más proclives a tener orgasmos.
También identificaron que encontrar una serie de rasgos psicológicos como la motivación, la inteligencia o la determinación en sus parejas, influía en que las mujeres iniciasen las relaciones sexuales.
Por último, Gallup añade que “la satisfacción sexual está fuertemente relacionada con las miradas y la anchura de los hombros”. Es decir, el grado de atracción física que sientan hacia sus parejas, ayudará a incrementar el nivel de placer en la cama.