Modelo financiero perverso
Un italiano de inicios del siglo pasado radicado en USA y enganchado a financista fue el creador del “Esquema Financiero Ponzi”. Ponzi recibió de un empresario de España un cupón de respuesta postal para el envío de una revista que él editaba dedicada a la exportación.
El cupón costaba el equivalente a un centavo de dólar, excepcionalmente bajo, mientras él lo cambió por seis sellos de un centavo de dólar, situación propia de la devaluación de la moneda española. Ponzi observó la posibilidad de ganar una enorme fortuna comprando cupones postales en España redimiéndolos con sellos postales americanos que se podían vender en dólares. Así que se dedicó a captar depósitos con la promesa de duplicarlos en noventa día.
La cruda realidad es que Ponzi no compró ningunas estampillas y se dedicó a pagar a los inversionistas con el dinero que recibía de los nuevos que entraban en el “negocio”, formándose el esquema piramidal. En resumidas cuentas, un esquema Ponzi es un sistema de inversión que promete altos beneficios sin ningún activo real que lo sustente, en donde los nuevos inversionistas pagan los beneficios de los antiguos inversionistas.
El caso de Argentina es elocuente, para alimentar el enorme déficit fiscal que arrastraba desde décadas, el gobierno se vio obligado a tomar dinero prestado a tasas cada vez más altas para pagar el interés de los bonos y préstamos que iban venciendo. Se cuestiona el caso de los certificados financieros del Banco Central de la República Dominicana originados en el salvataje de todos los depositantes, al margen del mandato de la ley general de bancos No.708 que solo observa los depósitos hasta quinientos mil pesos, creando una espiral de emisiones sin precedentes en el país. El esquema ponzi esta activado, seria un error subestimarlo, solo pendemos del fino hilo de la confianza de los depositantes.