Estados Unidos no tenía otra opción que extender la exención arancelaria al acero y el aluminio en favor de la Unión Europea, apuntan expertos, quienes destacan un contexto marcado por una difícil disputa comercial con China.
La especialista Monica de Bolle, del Instituto Peterson sobre Economía Internacional, dijo que Washington extendió la exención al bloque «porque no puede hacer mucho sin la Unión Europea».
Para de Bolle, Estados Unidos no puede enfrentar en solitario la difícil cuestión de la transferencia de tecnología y propiedad intelectual en China.
«Y la Unión Europea lo sabe muy bien», señaló. En la víspera, la Casa Blanca anunció que la exención tarifaria para la UE, que debía caducar este martes, era extendida hasta el 1 de junio.
La decisión fue recibida con evidente frialdad por la comunidad europea, que exige quedar fuera de la aplicación de esos aranceles de forma permanente.
Este anuncio ocurrió poco antes del inicio de un viaje que una delegación comercial estadounidense de alto nivel, encabezado por Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, realizará en los próximos días a China. Esta visita de alto nivel busca allanar el camino a un acuerdo comercial. Estados Unidos acusa a China de prácticas comerciales «desleales» que contribuyeron a que Washington tenga con el gigante asiático un colosal déficit comercial.