Washington. Impulsado por el incremento de los inventarios de las empresas, el PIB de Estados Unidos aumentó en el tercer trimestre a un ritmo del 2,1 %, lo que significa una revisión al alza frente al 1,5 % calculado hace un mes. La cifra divulgada hoy por el Departamento de Comercio, en el segundo de sus tres cálculos, coincidió con la anticipada por los los analistas, aunque es aún menor que la tasa anual del 3,9 % registrada en el trimestre pasado.
Respecto al tercer trimestre de hace un año, la economía estadounidense creció un 2,2 % en su tasa interanual. El incremento de su segundo cálculo se debió en gran medida a un alza de los inventarios de las empresas superior a lo previamente estimado, al pasar de 56.800 millones de dólares a 90.200 millones de dólares.
También es reflejo del aumento de la inversión empresarial no residencial, que incluye equipamiento, construcción e investigación, cuya estimación creció un 3 % frente al 2,7 % calculado previamente. En este aspecto el dato negativo corresponde a la inversión en minería y energía como consecuencia de la caída de los precios del petróleo y otras materias primas, que se redujo un 7,1 % y mantiene su tendencia a la baja.
Asimismo, el gasto público, que lleva siendo un freno a la actividad económica por los recortes presupuestarios, avanzó un 1,7 %, sin cambios respecto a lo previamente calculado. El gasto de los consumidores, que supone dos tercios de la actividad económica del país, se expandió un 3 %, frente al 3,2 % calculado inicialmente, aunque sigue mostrando solidez. Se espera que este indicador siga mostrando fortaleza en los meses que restan de año impulsado por los bajos precios del petróleo y la llegada de la época de compras de Navidad.
Por otro lado, el incremento de las exportaciones fue revisado a la baja, del 1,9 % al 0,9 %, mientras que las importaciones repuntaron ligeramente hasta el 2,1 %.