TOKIO. El Banco de Japón (BoJ) decidió este viernes mantener sin cambios su política monetaria, a pesar del riesgo de que la tercera economía mundial vuelva a caer en recesión.
Los nueve miembros del comité de política monetaria recondujeron, por ocho votos contra uno, su programa de compra de activos al ritmo actual, a razón de 80 billones de yenes anuales (cerca de 660.000 millones de dólares).
La decisión no fue acompañada de ninguna explicación. El Banco de Japón se reserva los comentarios para más tarde en la jornada, cuando publique su informe económico semestral.
Su gobernador, Haruhiko Kuroda, dará una conferencia de prensa.
Varios economistas temen una recesión (dos trimestres consecutivos de caída del PIB), al final del tercer trimestre. Las cifras de ese período serán publicadas a mediados de noviembre.
El viernes, la publicación de nuevas cifras hicieron aumentar la presión en torno al Banco de Japón. En septiembre, el consumo de los hogares registró una caída inesperada y los precios volvieron a bajar.
Pero, por otra parte, el repunte de la producción industrial y una tasa de desempleo a uno de sus niveles más bajos, inclinaron la balanza hacia el statu quo.