El crudo está atrapado en una tormenta perfecta

El crudo está atrapado en una tormenta perfecta

FILE - In this May 14, 2015, file photo, the oil drilling rig Polar Pioneer is towed toward a dock in Elliott Bay in Seattle. Sharply lower oil prices are sending ripples through the global economy, lending more spending power to consumers _ particularly for Americans’ big holiday shopping spree _ but potentially dampening investment in U.S. oil production. (AP Photo/Elaine Thompson, File)

La incertidumbre por la demanda, la alta producción y el escepticismo sobre la voluntad de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de reducir la producción se unieron para causar una fuerte caída de los precios del petróleo. Esta tormenta perfecta está planteando dudas sobre la estabilidad de los precios a corto y largo plazo, ejerciendo una presión aún mayor sobre muchos de los principales productores no estadounidenses que se reunirán en Viena el 3 de diciembre.
Para entender mejor lo que está por venir, los participantes del mercado deberían extraer ideas de lo que los economistas llaman el “teorema de la telaraña”, un modelo económico que ayuda a explicar la dinámica de precios.

La semana pasada, los precios del petróleo cayeron un 10 por ciento en negociaciones volátiles que fueron amplificadas por señales de un reposicionamiento frenético de algunos participantes del mercado. El precio de la mezcla WTI ha caído un tercio en menos de dos meses, a US$50 a fines de la semana pasada, frente a un máximo de US$76 el 3 de octubre. Algunos analistas advierten que el mercado incluso podría estar repitiendo el patrón de hace algunos años, cuando los precios del petróleo cayeron más de la mitad, desde cerca de US$90 en noviembre de 2014 hasta solo US$41 en enero de 2016.

Tres factores distintos han impulsado la reciente caída de los precios, que se produjo a pesar de las nuevas sanciones de Estados Unidos contra Irán, que limitan la capacidad de ese país para exportar petróleo:

– Una mayor evidencia de un debilitamiento de la economía mundial, incluyendo datos decepcionantes de Europa y crecientes preocupaciones sobre el bienestar económico de China.

– La confirmación de que la producción de EE.UU. está en auge, incluido un aumento al doble de la producción de shale desde 2012. – Los reiterados llamados del presidente Donald Trump para que Arabia Saudita evite cualquier acción que se traduzca en mayores precios del petróleo.

Arabia Saudita recientemente manifestó su interés por liderar un nuevo esfuerzo para estabilizar los precios mediante la reducción de su propia producción como parte de una reducción más general que involucraría tanto a los productores de la OPEP como a los que no pertenecen al grupo (en particular Rusia). Pero muchos participantes del mercado creen que la probabilidad de traducir esto en una acción efectiva ha disminuido debido a los acontecimientos políticos.

Trump ha lanzado una campaña en Twitter exigiendo no solo precios más bajos del petróleo en general, sino también que Arabia Saudita, específicamente, evite cualquier acción que interrumpa la tendencia a la baja.

Todo esto se traduce en una difícil perspectiva a corto plazo para los precios del petróleo. Además de la falta de apoyo de los indicadores fundamentales tanto de la demanda como de la oferta, el mercado tiene que enfrentar el debilitamiento de otro pilar para la estabilización: la coordinación de la OPEP con Rusia y algunos otros productores para equilibrar la producción y el uso actual a precios más altos. Estos acontecimientos también apuntan a perspectivas más complicadas a largo plazo, lo que confirma un cambio en un aspecto importante de dónde y cómo se persigue el papel del productor compensador.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas