Washington. El pacto con el gobierno de Estados Unidos que impone a Bank of América un pago de unos 17.000 millones de dólares por sus malas prácticas hipotecarias se diluye en deducciones y probablemente no beneficiará a muchos damnificados, según los expertos.
Desde 2010, este banco, la segunda institución bancaria más grande del país, ha acumulado casi 70.000 millones de dólares en “multas” y otros cargos para la resolución de querellas vinculadas con el otorgamiento de préstamos hipotecarios sin garantía suficiente y la venta y reventa de títulos.
El pacto firmado esta semana con el Departamento de Justicia “es muy importante, y quizá ningún otro gobierno hubiese logrado algo de esa magnitud”, dijo a Efe Shanna Smith, presidente de la Alianza Nacional por Equidad en la Vivienda, un grupo dedicado a eliminar la discriminación en la obtención de una vivienda.
“Pero Bank of América tiene un historial de discriminación en perjuicio de los latinos, los negros y otras minorías que no ha cambiado con todos estos años de ‘pactos’ y multas”, añadió Smith.
“Habrá que ver en qué forma la aplicación de este pacto es diferente». De acuerdo con un informe del Centro de Préstamos Responsables, de las hipotecas originadas entre 2004 y 2008, los latinos habían sufrido hasta febrero de 2011 índices de pérdida de vivienda 2,1 veces superiores a los blancos no hispanos.
Entre 2004 y 2008, los hispanos representaron el 22 % de todos los préstamos de vivienda asignados, pero cerca del 40 % de las viviendas embargadas por las entidades financieras.
El pacto con el banco es el tercero de su tipo en los últimos nueve meses- JP Morgan Chase firmó un acuerdo parecido por 13.000 millones de dólares y Citigroup alcanzó un arreglo por 7.000 millones de dólares.
El monto del pacto es el más alto hasta ahora acordado entre Washington y una sola empresa en el país, pero la puesta en práctica del arreglo diluye la cifra impresionante. Después que se conocieran los términos del arreglo las cotizaciones de Bank of América subieron un 4 por ciento, el incremento más grande en quince meses, porque los inversionistas bien informados no ven el pacto como un golpe a las finanzas del banco sino más bien como una oportunidad de ganancia.
Durante cuatro años y medio la institución ha gastado cientos de millones de dólares en litigios y la resolución del caso, según el ejecutivo principal Brian Moynihan, permite que el banco “se enfoque en los intereses de sus accionistas y en el futuro».
De los casi 17.000 millones de dólares comprometidos por Bank of América para solventar su arreglo unos 7.000 millones están asignados a “dar alivio” a los compradores de casas que han quedado “sumergidos”, esto es, con una deuda hipotecaria más alta que el valor de sus casas depreciadas cuando se hundió el mercado.
Para empezar, Paul Caron, un experto en impuestos de la Escuela de Leyes de la Universidad Pepperdine (California), calcula que Bank of América podrá restar unos 4.630 millones de dólares de la “multa» porque algunos aspectos del arreglo pueden deducirse de los impuestos.
Asimismo, podrá deducir los gastos que incurra en las modificaciones de préstamos hipotecarios descritas como “alivio a los prestatarios». Y puede modificar los términos de los préstamos que todavía tiene en sus manos y se beneficia con la reducción del valor.
Por ejemplo, si un comprador debe 100.000 dólares y porque no puede pagar la cuota obtiene una modificación que baja el precio a 80.000, disminuye el activo imponible del banco, pero los 20.000 dólares de diferencia aparecen como un “regalo” por el cual el comprador deberá pagar impuestos.
En muchos casos, el banco ha vendido el título del préstamo a otras instituciones. La modificación la realizan esas otras instituciones, no obstante lo cual Bank of América puede reclamar el coste de trámite. “No es sólo que se les da crédito por algo que harían ellos mismos si quieren, sino que reciben crédito por algo que otros hacen”, comentó Kevin Stein, director de la Coalición de Reinversión de California.
Para Shanna Smith, otra preocupación es en qué forma el banco localizará a los prestatarios que podrían beneficiarse de esos programas y les informará de manera adecuada para que reciban algún alivio real.
La organización de Smith analizó la situación de trescientas casas cuyos compradores fueron desalojados porque no podían pagar la hipoteca y los títulos los posee Bank of América.
“Encontramos que las casas ubicadas en barrios de clase media, mayoritariamente blancos, están bien mantenidas, con el jardín cuidado y sin basura”, explicó. “Las casas en barrios de clase trabajadora, de negros y de hispanos, están abandonadas”, dijo.