Gerencia incluyente
De manera pragmática podría decirse que la gerencia incluyente es la capacidad que tienen los directivos y ejecutivos para transformar las empresas e instituciones en espacios sanos, participativos, creativos, productivos y competitivos, mediante la aplicación racional, integral y humana de sus conocimientos, habilidades, experiencias e inteligencia emocional.
El propósito estratégico de la gerencia incluyente consiste en crear y mantener un ambiente laboral que facilite la participación y colaboración de todos los colaboradores internos, sin importar su jerarquía, sus creencias y el contenido de sus opiniones. por lo general, las organizaciones excluyentes crean mecanismos represivos para limitar la participación de los empleados que cuestionan las decisiones y prácticas incorrectas.
En las organizaciones donde su equipo directivo y gerencial piensa y actúa de manera incluyente, los empleados críticos no son excluidos de las decisiones y de los procesos por la forma en que éstos expresan sus opiniones e ideas. En definitiva, lideres egocéntricos, resentidos, con delirio de grandeza y características dictatoriales, son incapaces de crear climas laborales sanos, creativos, participativos y productivos.
Las experiencias y los hechos evidencian que las organizaciones lideradas por personas con vocación democrática, tienen más probabilidades de sobrevivir a los cambios y desafíos que de manera continua se producen en los mercados. En el contexto de la gerencia incluyente, la participación de los empleados no depende de intereses y caprichos individuales de los directivos y ejecutivos.
Las instituciones que promueven y valoran la participación y colaboración de su talento humano como parte de sus estrategias competitivas, tienen mejor posicionamiento, menos rotación de personal y alcanzan más y mejores resultados.