Embadurnan con excremento a la Suprema Corte de Justicia

Miembros del Frente Amplio de Lucha Popular (Falpo) y las Ligas Populares lanzaron ayer materia fecal a la Suprema Corte de Justicia, como protesta porque ésta no actúa contra funcionarios involucrados en actos de corrupción.
El bombardeo de heces fecales tomó por sorpresa a la gran cantidad miembros del servicio secreto, policías, militares y la seguridad del recinto judicial, quienes nunca se imaginaron que ese pequeño grupo de jóvenes que manifestaba sus quejas contra el manejo de la justicia en el país, culminaría con un baño de suciedad y hediondez a la puerta norte que está ubicada en la calle Juan de Dios Ventura.
“Estamos haciendo acto de presencia en la mal llamada celebración del Día del Poder Judicial. Estamos, denunciando la componenda de la justicia dominicana y nos da vergüenza de que esta justicia esté prácticamente diezmada, arropada, arrodillada, por lo tanto estamos haciendo un acto de protesta en el día de hoy”, dijo Gabriel Sánchez vocero nacional del Falpo.

“Entendemos que no hay nada que celebrar. Somos la vergüenza. Esta es una justicia con un Ministerio Público que no representa al pueblo; que se ha plegado al poder político y nosotros creemos que evidentemente hay sectores dentro de la justicia que tienen dignidad a lo cual nosotros desligamos de este estercolero”, agregó Gabriel Sánchez.
En su momento más alto de indignación y ante el grito repetido de: “ésta es una justicia de mierda”, Sánchez y su grupo procedió a arrojar las heces fecales con la puntería y fuerza de lanzador de Grandes Ligas.
“Hemos venido aquí a decirlo: Esta es una justicia de mierda y hoy le lanzamos mierda a la justicia”, gritaba, ante la sorpresa de todos.
En su queja manifestó que los políticos tienen total impunidad, por lo que procedieron a hacer su hazaña. “Cuando las palabras no convencen y no conmueven, entonces que lo hagan los hechos. Esa justicia es una justicia de mierda y que lo sepa el país”, gritaba ya cuando miembros de la policía, todavía asombrados por la acción, dispusieron subirlos a la parte trasera de una de las patrullas que operaba en la zona, para supuestamente ser llevados al plan piloto.
Por el acto de vandalismo fueron detenidos 5 hombres y dos mujeres, quienes dijeron no tener armas de fuego y tras su atípica protesta no pusieron resistencia a los agentes del orden, mientras procedían a ser conducidos.
La descarga fétida esparcida inundó al instante todo el ambiente, dentro y fuera del sagrado recinto emblema de la justicia del país, del potente hedor nauseabundo, que sin dudas, contaminó la preparación de la rendición de cuentas de toda la gestión del magistrado Mariano Germán Mejía, al que asistió el presidente Danilo Medina.
Este hecho sin precedentes en materia de protesta en el país, curiosamente provocó que el Presidente de la Suprema Corte de Justicia, quien en ese momento se encontraba junto al Procurador General, Jean Alain Rodríguez y otros funcionarios, en la Iglesia Nuestra Señora de la Paz, abandonara presuroso y antes que finalizara, la misa de acción de gracias que era oficiada por el Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria Acosta, con motivo del Día del Poder Judicial.
A su salida de la iglesia, el magistrado Mariano Germán Mejía guardó silencio absoluto, mientras rodeado de un gran equipo de seguridad se dispuso a abordar su vehículo, intentando abrirse paso entre el grupo de periodistas que le reiteraban las preguntas sobre el hecho.
MP pedirá cárcel
La Procuraduría General informó que serán sometidos a la justicia y pedirán prisión preventiva contra Manuel Robinson Morillo Martínez, Juan Antonio Martínez Paredes, Jennifer Germosén Rosario, Ángela Carolina Báez Jacobo, Cristian Ismael Jiménez Rosario, Richard Hernández Peralta y Gabriel Sánchez Rosario, que en nombre del Frente Amplio de Lucha Popular (Falpo) lanzaron heces fecales y piedras a la edificación de la Suprema Corte de Justicia y de la Procuraduría, en el Centro de los Héroes. El grupo, apresado en flagrante delito, está acusado de alterar el orden público, dañar la propiedad pública y ultrajar la bandera nacional.