Ocho empleadas de la Procuraduría General de la República sometieron ayer una querella penal por acoso sexual contra el procurador fiscal de Samaná, Robert Francis Justo Bobadilla, y se quejaron de que no obstante la gravedad del caso, el Ministerio Público (MP) le concedió una licencia al imputado.
Luz Díaz, abogada de las querellantes, consideró que esa “es una muy mala señal” del Ministerio Público, que exige a toda la ciudadanía estar alerta para que se haga justicia.
Las víctimas. Incluyen cuatro procuradoras fiscales, secretarias y empleadas del área administrativa, algunas de las cuales han contado a la Procuraduría “historias desgarradoras” por las que las hizo pasar su superior inmediato, dijo la defensa.
Díaz fue entrevistada mientras acompañaba a dos de ellas al interrogatorio que se les practicó en el Departamento de Inspectoría de la Procuraduría General.
Favores sexuales. Denunció que Bobadilla hacía uso de su autoridad para este tipo de conducta.
“El acoso consiste en solicitar, ordenar, constreñir a dar favores sexuales, evidentemente, con un ofrecimiento o con una amenaza de cancelaciones, de mejoría de salario…, y en las ocho víctimas de las que nosotros tenemos la protección, se han visto diferentes tipos de manifestaciones, todas con la intención de obtener favores sexuales”, afirmó Díaz.
Agregó que alguna de las víctimas, incluso, “debió ir a la cama con él”.
La abogada Díaz informó que los días 1 y 5 de febrero de este año llevaron las denuncias de “agresión sexual y de violencia contra la mujer” ante la Procuraduría General, y ayer depositaron formal querella para que sean los tribunales penales los que conozcan de los hechos de dicho fiscal.
“El constreñimiento y el acoso sexual, haciendo uso de autoridad están catalogados como un tipo de violencia contra la mujer por razones de género, y nosotros queremos que el caso se lleve hasta las últimas consecuencias”, sostuvo.
La querella penal contra Bobadilla fue depositada en la Corte de San Francisco de Macorís, que es la jurisdicción competente para conocer del caso, dada la condición privilegiada que tiene Bobadilla como procurador fiscal.
Quién es Bobadilla. Es un fiscal de carrera con 12 años de ejercicio. Luego de las denuncias en su contra acudió de manera voluntaria ante el Consejo Superior del Ministerio Público (CSMP) y solicitó una licencia, a los fines de que dichas denuncias sean investigadas “con plena libertad y a profundidad”, y se le otorgó.
“Yo creo que a la Procuraduría General de la República también hay que darle seguimiento de cerca, pues la primera señal que ha dado es de alarma para nosotros, porque el fiscal no ha sido suspendido, sino que voluntariamente solicitó una licencia y el MP la aceptó”, dijo Díaz.