Desde 1999 hasta 2015, la participación del ingreso de los trabajadores en el producto interno bruto (PIB) bajó de 54.49% a 25.58%, mientras la parte restante, correspondiente al valor bruto de explotación o ganancia de capital más impuestos netos, subió de 45.51% a 74.42%, de acuerdo a una investigación realizada por el economista Luis Vargas.
En ese lapso de 17 años, el PIB se distribuyó en promedio en mayor parte (69.57%) para el excedente bruto de explotación y, en consecuencia, la menor parte (30.43%) para la remuneración generalmente precaria de la Población Económicamente Activa Ocupada Perceptora de Ingreso (PEAOPI), según el análisis.
“La precariedad remunerativa de esta capa de esta población ocupada, compuesta fundamentalmente por trabajadores cuentapropistas más salariados en empresas privadas, entidades públicas y unidades económicas de subsistencia radicadas en los campos y ciudades, se confirma por la bajada simultánea del ingreso real y de horas de trabajo”, expresa.
Entre 1999 y 2015, la remuneración real mensual de los trabajadores ocupados descendió en picada 25.29% a RD$3,787 de RD$5,069 (a precios de 1999), al mismo tiempo que el número de horas de trabajo semanales declinó tendencialmente 6.79% a 41.68 de 44.84.
De esta forma, la pobre capacidad de compra tal tipo de renta de la canasta de consumo familiar de bienes y servicios se desplomó de 85.70 por ciento a 60.88 por ciento a nivel nacional y de 62.85% a 43.41% en el Gran Santo Domingo.
“Este proceso de reducción real de los ingresos de los cuentapropistas y asalariados y expansión de la pauperización de los trabajadores y sus familias se ha producido a causa de la estrategia de gran parte del empresariado de contraer los costes laborales (salarios directos más gastos en seguridad social) y capturar los incrementos de productividad laboral con el propósito de aumentar crecientemente la rentabilidad del capital”, explicó.
De acuerdo a la investigación, la disminución de la renta de los trabajadores se constata por el aminoramiento del ingreso laboral de la Población Económicamente Activa Ocupada (PEAO) a 74.72 en 2015; mientras la productividad real del trabajo, calculada mediante el PIB por trabajador ocupado perceptor de ingreso, saltó a 157.38.
En otras palabras, la mayoría de los empresarios logró acrecentar sus beneficios tanto por el decremento relativo de 25.28 puntos de la renta laboral como el incremento de 57.38 puntos de la productividad de los trabajadores.
Vargas afirmó que esto muestra que resulta risible el planteamiento erróneo de que las bajas tarifas salariales reales rurales y urbanas obedecen a la supuesta falta de productividad laboral, la afluencia de migrantes haitianos o baja formación de los trabajadores.
ZOOM
Buenas políticas
Vargas resaltó como positiva la ejecución de políticas públicas económicas y laborales de la gestión del Gobierno de Danilo Medina, las cuales han conseguido revertir, en cierta medida, la dinámica de deterioro de las condiciones de vida y trabajo de las grandes mayorías de los asalariados y cuentapropistas. Destacó que ha habido una subida del ingreso mensual real por trabajador de 5.93% del 2011 al 2015, el repunte del poder de compra del canasto de consumo familiar nacional del salario mínimo legal mensual de las grandes empresas subió a 42.51% y la mínima de la ponderación del ingreso laboral en el PBI nominal subió a 25.58% en 2015.