En Irán, el golf trata de sobrevivir a la sombra de la Revolución

En Irán, el golf trata de sobrevivir a la sombra de la Revolución

Teherán. Una calle bacheada, un ‘green’ que de verde solo tiene el nombre… El campo del complejo deportivo de Enghelab, al norte de Teherán, es pese a todo, lo mejor que uno puede ofrecerse en Irán en materia de golf. La historia del único campo de golf homologado de Irán ha sido caótica desde la Revolución Islámica de 1979.

Privado de subvenciones, y también de un buen jardinero, ha perdido además cinco de sus 18 hoyos, ocupados ahora por un terreno militar. Pese a estos problemas, al mal estado del campo y la reputación de deporte elitista, Enghelab ha mantenido un grupo de fieles.

«Es realmente malo, pero es lo único que tenemos», explicó a la AFP Mehrdad, un empresario de 40 años que reparte su tiempo entre Teherán, Canadá y Alemania, que prefiere no desvelar su apellido. Mehrdad trata de jugar al menos dos veces al mes con sus amigos, los jueves y los viernes, días festivos en Irán.

El resto del tiempo, el campo está generalmente desierto. Kaykavos Saidi ha recibido el encargo por parte de la administración de fomentar este deporte entre los iraníes.

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