Houston (EEUU). El baloncesto de la NBA tendrá de nuevo otra prueba de fuego en la competición internacional cuando a partir de esta semana comience en España la defensa del título de campeones del mundo, pero esta vez lo hará sin contar con ninguna de las grandes súper estrellas.
La única que había aceptado el “sacrificio” de dejar el merecido descanso del verano a cambio de defender la camiseta de Estados Unidos fue el alero Kevin Durant, de los Thunder de Oklahoma City, el Jugador Más Valioso (MVP) de la liga.
Pero después de una primera fase de entrenamiento con el equipo nacional en Las Vegas (Nevada), el conflicto de imagen y dinero que se le presentó, con la posibilidad de firmar un contrato multimillonario de publicidad, hizo que Durant comenzase a sentir “agotamiento” físico y mental, que le llevó a pedir la baja voluntaria.