El estelar jugador Víctor Estrella viajó a la ciudad de Nueva York para participar en el Abierto de Tenis de los Estados Unidos, en busca de colocarse en una mejor posición y poner en alto el nombre de la República Dominicana.
Aunque será su tercer Grand Slam en la temporada, fueron muchos los años de sacrificio por los que pasó Estrella para ingresar a torneos tan prestigiosos.
“Ha sido difícil ser tenista en un país sin mucha tradición en ese deporte, pero eso me hace sentir más orgulloso de lo que he logrado”, relató el actual 81 del planeta a Último Set.
Ahora se ven los resultados: ser top 100, entrar a los Grand Slam, colocar a República Dominicana en el mapa mundial del deporte blanco, pero fueron siete años de férrea voluntad para mejorar cada día, y lograr la meta planteada.
“Cuando comencé mi carrera a los 26 años, inicié una carrera de sueños, donde quería ser top 100, y sabía que era posible hacerlo”, recordó. Los 26 años es una edad tardía para que un tenista se inicie en el profesionalismo, pero a pesar de todo pronóstico desfavorable, Víctor se centró en su trabajo y empezaron a llegar los frutos.
Poco a poco, jugando torneos Futuros en Centroamérica, llegaron los títulos, y consigo el avance en el ranking mundial. Dos años después, en 2008, el nativo de Santiago tenía 10 trofeos de esas competiciones internacionales, y estuvo entre los mejores 220 tenistas del del globo terráqueo.
A esto se suma que fue el primer dominicano que participó en el cuadro principal de un Masters, al acceder desde la etapa clasificatoria en Cincinnati, y en el que enfrentó con dignidad al entonces número 10 de la ATP, Fernando Verdasco, cayendo con parciales de 6-3, 7-5.
Por esa falta de apoyo, el santiaguero revela que pensó en abandonar su carrera, pero sin afectar su representación del país en escenarios internacionales.
“Muchas veces pensé en dejar el tenis profesional”, explicó.