Con una década cumplida en la televisión, Arisleyda Villalona “La Condesa” afirma que es mucho lo que ha cambiado y siente que tiene la madurez para seguir trabajando en los medios de comunicación.
De aquella joven, que toda ilusionada entró a la televisión en el 2003, que voceaba “como loca”, que era super acelerada y que hacía muchas muecas, ha surgido una comunicadora más calmada y que piensa cada palabra que va a dirigir a la audiencia. “Si no conozco un término no lo digo, porque muchas veces queremos aparentar ante los demás que somos leídos y cultos”, asegura tras afirmar que ha aprendido a modular la voz y hablar más pausado y con esmero.
Otra de las cosas que en el día a día ha aprendido es a dejar que el entrevistado conteste las preguntas, ya que antes no dejaba que dieran su parecer.
La conductora de “El show del mediodía” indica que a diferencia de antaño, ya no le hace caso a los comentarios ni a los chismes. “Ya esto no me afecta y lo dejo pasar. Antes cualquier comentario negativo me hacía sentir mal e incluso los respondía pero ya no. Tengo un público que me sigue, me aprecia y me valora por lo que soy. Y yo me debo a ese público”.
De sus años en la televisión recuerda el 2003, cuando ingresó a este medio en Teleradio América en el programa “La voz de Fenatrano” y de ahí a “Héctor con la maquinaria” y a otros proyectos. “Fue un año para recordar”.
Nueva temporada. “La Condesa” está trabajando en la segunda temporada de “Almas extraordinarias”, cuya transmisión inicia este sábado a las 12:00 del mediodía por Telefuturo.
En este espacio mostrará 16 casos de niños de la fundación St. Jude que están enfermos de cáncer. “Esta es una fundación que me ha llegado al corazón por el trabajo que realizan. Estoy sirviendo de canal para lograr los sueños de esos niños, que son un ejemplo a seguir”, indica.
Arisleyda dijo que esto le provoca una gran satisfacción, ya que desde los medios puede hacer el bien a los necesitados.