El gas licuado de petróleo (GLP) como combustible para vehículos se le denomina autogás y es el combustible alternativo más utilizado en el mundo.
Comparado con otros combustibles alternativos, el autogás es el único que realmente permite una implementación efectiva e inmediata para ser utilizado a gran escala, siendo utilizado ya en más de 70 países y la República Dominicana es uno de ellos.
La tecnología permite que se instale un sistema de conversión en los vehículos de forma económica y segura, sin afectar el sistema de combustible que ya tiene el vehículo y que es controlado por un sistema computarizado que garantiza una combustión más eficiente y limpia.
En nuestro país se ha creado el miedo al uso del GLP en vehículos, ya que las plantas envasadoras de gas para cilindros portátiles mediante un proceso industrial se convirtieron en estaciones de servicio que operan sin implementar los requisitos básicos de seguridad para controlar los riesgos para la venta a vehículos, obligando a estos a que se expusieran de manera insegura para ser abastecidos como si fuesen un simple cilindro portátil. Teniendo como referencia esta realidad de nuestro país, es natural que cuestionemos y dudemos sobre los beneficios del autogás, sin embargo, este gas licuado no es algo nuevo y ya ha sido más que probado su uso seguro.
En la década de los años 30 del siglo pasado se empezó a utilizar por primera vez el autogás, sin embargo, se comercializa gradualmente a partir de la década de los 70.
Desarrollo posterior. Desde entonces la tecnología facilita los controles electrónicos en los sistemas inmediatos, lo único que se requiere es una estación de servicio que cumpla con las normas de seguridad y que el vehículo se convierta para usar autogás.