En varios renglones de la construcción la relación de la mano de obra inmigrante continua representando el 90% y la dominicana solo un 10%, en perjuicio de los obreros nacionales.

Así lo afirmó el director ejecutivo del Fondo de Pensiones de los Trabajadores de la Construcción (Fopetcons), Luis Martínez Glass, quien indicó que esta situación está ocurriendo a pesar de lo que establece la ley de que debe haber 80% de trabajadores nacionales y 20% inmigrantes. Expresó que esta situación ocurre en los sectores construcción, agricultura y turismo.

“El sector construcción está ahora mismo invadido por trabajadores inmigrantes del vecino país. Por lo que llamamos a que se aplique la ley”, dijo.

Además resaltó que es preocupante que muchos de estos trabajadores inmigrantes no tienen sus documentos y no pueden ser beneficiados del sistema de la seguridad social, tanto de salud como de pensiones.

Martínez Glass expresó que apoya las medidas que implementa el Gobierno para carnetizar a los trabajadores inmigrantes, el cual debe ser ampliado. Pero criticó que el programa no está permitiendo que estos puedan cotizar en la seguridad social en algunos de sus regímenes.

Entiende además que el Gobierno Haitiano debe dotar a sus nacionales con sus documentos de identidad y su pasaporte, para que luego el Gobierno Dominicano pueda entregarle un documento que valide su estadía en el país.

“Es preocupante que estos trabajadores inmigrantes, al cumplir la edad de pensión no puedan pensionarse por no tener un documento legal y este es un requisitos para poder obtener una pensión del Fopetcons ”, expresó durante su asistencia al Encuentro Económico del HOY, junto a los directivos de Fopetcons Zaida Suberví, auditora interna; Pedro Reynoso, consultor jurídico; José Félix Francisco, encargado de presupuesto, y Balbueno Medina, encargado de comunicaciones.

El director ejecutivo del Fopetcons explicó que la ley 6-86, que crea esa entidad, establece que se debe pagar el 1% sobre el valor de todas las obras construidas en el territorio nacional, incluyendo las del Estado, así como cualquier obra o modificación de obra cuyo valor supere los RD$2,000,000. Además de que los obreros aportarán al fondo el 1% de sus salarios.

De su lado, Reynoso explicó que la Ley 6-86 funciona en el sistema complementario de pensiones y trabaja bajo un sistema de reparto, es decir, que los beneficios se reparten entre los trabajadores. “Estos fondos se reparten en la medida en que se identifica a los trabajadores con un empadronamiento realizado en las obras de construcción que se hagan en el país, y automáticamente estos adquieren derechos dentro del fondo, no necesariamente por las cotizaciones sino por haber trabajado en el sector”, indicó.

Agregó que como es un sistema de reparto, no tiene ninguna importancia la cantidad de aportaciones sino el hecho de estar identificado como trabajador, y solo basta la edad exigida por la ley para obtener una pensión de vejez o de discapacidad sufrida.

Bien pagados. Martínez Glass destacó que es mentira que el trabajador haitiano sea más económico que el dominicano y que por el contrario, estos son más exigentes. Explicó que la diferencia entre un trabajador dominicano y uno haitiano es que este último duerme en las construcciones, por lo que sirve de sereno a las compañías. “El trabajador haitiano trabaja de lunes a lunes y sirve de sereno”, dijo.

Dinamismos del sector. Destacó que la construcción de escuelas e infraestructuras viales fueron y continúan siendo los principales motores de la construcción en los últimos meses, mientras en las grandes obras de capital privado van muy por debajo de años anteriores. “Entendemos que hay una parálisis del sector, no total, porque el sector público ha sido el que más ha influido en la generación de empleos”, dijo.

Resaltó además que una buena política de créditos con bajo interés para el sector construcción podría dinamizarlo. Asimismo entiende que para impulsar el sector se deben abaratar los costos de los materiales.