WASHINGTON. AFP. La esposa del contratista estadounidense Alan Gross, condenado por espionaje en Cuba, expresó ayer su preocupación porque su marido cometa «algo drástico» contra su integridad, tras visitarlo en prisión. «Estoy extremadamente preocupada de que Alan vaya a cometer algo drástico ahora que su madre murió», dijo Judy Gross, según un comunicado enviado a la AFP en Washington.
Gross «está más desanimado cada día», señaló por su lado su abogado, Scott Gilbert. Los gobiernos de Estados Unidos y Cuba «deben saber que Alan planea acabar con su vida en un intento de acabar con esta agonía», afirmó en la nota.
La madre de Gross, Evelyn, falleció la semana pasada en Estados Unidos sin que su hijo pudiera recibir un permiso humanitario para visitarla o participar de los funerales. Fue un «golpe devastador para Alan», dijo Judy Gross entonces.