LONDRES- Hace años el Big Ben y la catedral de Saint Paul dominaban el cielo de Londres, y Peter Pan salía volando de casas minúsculas comparadas con los rascacielos que han cambiado el cielo -y el suelo- de la ciudad.
Doscientos treinta y siete rascacielos están en construcción o tienen permiso para empezar en los próximos años en Londres, según un estudio de 2014 de la NLA (“New London Architecture”), un cambio radical en el perfil de una ciudad que presumía de escala humana, de casas de ladrillo rojo de tres pisos y grandes ventanas.
La cifra fue una revelación incluso para las autoridades, porque los permisos los concede cada barrio y no hay un organismo público de la capital que centralice la información.
“El número de rascacielos que vamos a ver surgir en los próximos 10 años va a cambiar la cara de Londres como nunca se había visto en la historia, aparte quizás de cuando se construyó la catedral de Saint Paul”, completada en 1710, explicó a la AFP Peter Murray, presidente de la NLA, una organización de análisis de la arquitectura y la planificación urbana de la capital.
La catedral mide 111.3 metros, prácticamente un tercio que The Shard (306 metros), el rascacielos más alto de Europa, que se alza en el barrio londinense de Southwark, y menos que 68 de los próximos rascacielos.
Todo el mundo viene a Londres. La llegada de todas estas construcciones se debe “a que Londres atraviesa un periodo de enorme crecimiento; están llegando 100 000 habitantes más cada año, lo que significa que la actual población de 8.3 millones crecerá hasta los 10 millones en 2030 y hasta los 13 millones en 2050”, explicó Murray.
“Tenemos escasez de casas, precios del suelo altos, mucha inversión internacional, y unas autoridades locales” necesitadas de impuestos que reciben con los brazos abiertos cualquier nuevo proyecto, agregó.
Sin embargo, avisó Murray, la vivienda que aportarán los rascacielos no es barata. “Están diseñados para ricos. Es totalmente lo contrario de lo que vimos en los años 60 y 70”, dijo.