“LA CRIANZA PUERTORRIQUEÑA Y LA DOMINICANA”
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La crianza del pura sangre de carrera entre la República Dominicana y la Puertorriqueña, han estado coaligada desde tiempos inmemoriales, no solamente porque el primer país de América que tuvo caballos, fue Santo Domingo, tal y como lo registra la historia sobre la vuelta del caballo a América, en la que se da cuenta que cuando Cristóbal Colón efectuó el segundo viaje, en 1493, los Reyes de España, Fernando e Isabel, dispusieron que se incluyeran 20 jinetes con 20 caballos y otras tantas yeguas; por lo que se alega y con sobrada razón, las razas de caballos de todos los reinos y provincia de las indias descubiertas por los españoles, desde 1492, son de la raza de las yeguas y caballos de Andalucía, de España. En el año de 1964, un ciudadano Puertorriqueño de nombre Mario Mercado, de Ponce, Puerto Rico, ciudad de la parte Sur, de la isla, exportó unas siete (7) yeguas madres que se encontraban en los centros de crías de nuestro país, con la finalidad de mejorar la crianza de la Isla del Encanto, lo que demuestra que la crianza entre las dos islas, está coaligada desde el referido año de 1964, llevando a los establecimientos de crías puertorriqueños recibieron con mucho agrado las nuevas yeguas madres.
Los criadores de caballos de República Dominicana y Puerto Rico, han mantenido una amplia colaboración en busca de desarrollar la hípica.