BARCELONA.Gracias a un mercado de segunda mano en plena expansión, los teléfonos inteligentes son cada vez más reutilizados, pero la industria sigue lejos de volverse verde a falta de un reciclaje a gran escala. En la apertura el lunes del Mobile World Congress (MWC) en Barcelona, una obra de arte callejero instalada por asociaciones ecologistas interpelaba a los visitantes sobre su papel en el incremento de los desperdicios tecnológicos en el mundo.
«La gente adora la tecnología (…) pero nuestra obsesión tiene su lado oscuro: las montañas de desechos electrónicos que salen de nuestras ciudades y van a parar a vertederos en África y Asia», denunció en un comunicado la federación ecologista europea EEB.
Pequeños aparatos como los teléfonos inteligentes, que se cambian en promedio cada dos años, representan una parte cada vez más importante de estos desperdicios: un 9% en 2016 frente al 7% en 2014, según un informe de la ONU. Pero la situación está comenzando a cambiar lentamente.
«Existe un fuerte crecimiento del mercado de los teléfonos móviles reacondicionados», explicó Bertrand Grau, analista de tecnología de Deloitte, que prevé que las ventas de los aparatos de segunda mano aumentará un 20% anual entre 2015 y 2020.
Este aumento está impulsado por los consumidores, reacios a pagar grandes sumas por nuevos aparatos que no ofrecen innovaciones tan radicales.