La joven Josefina Perdomo Diplán, de 27 años de edad, se suicidó de un disparo en la cabeza al sentirse deprimida, agobiada y culpable de la muerte de su madre.
La progenitora de Josefina se había quitado la vida porque los vecinos le contaron que su esposo supuestamente tenía una hija fuera del matrimonio. Tras el sepelio Perdomo le comunicó a su esposo que iba a matarse pero nunca pensó que ella hablaba en serio