PARÍS. El consumo mundial de petróleo será menor al previsto con anterioridad en 2014 y 2015 debido a la debilidad del crecimiento mundial, lo que penaliza los precios que parecen sorprendentemente indiferentes a las tensiones geopolíticas, estima la AIE.
«Los precios del petróleo parecen extrañamente tranquilos ante el aumento de los riesgos geopolíticos que afectan a gran parte de los países productores de petróleo», dice la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su informe mensual divulgado este martes.
«Tras una breve subida a principios de junio, los precios del petróleo se replegaron en agosto, casi con tanta rapidez como los avances de las fuerzas islamistas en el norte y el centro de Irak», agrega.
Estas tensiones, que suelen ser un factor determinante para que suban los precios del crudo, están equilibrados por el débil crecimiento mundial, corolario de un consumo de oro negro más moroso del previsto.
«Esta debilidad de los precios está determinada en gran parte por la demanda», subraya la AIE, la agencia de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La AIE prevé una demanda de crudo para este año de 92,7 millones de barriles diarios (mbd), reduciendo en 200.000 barriles diarios, a 1 mbd, el crecimiento con relación al año anterior. En el segundo trimestre, la demanda solo creció 700.000 barriles/día, el nivel más bajo observado desde inicios de 2012, debido a la debilidad de las entregas a América del Norte y Europa, explica la agencia.
Al mismo tiempo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo en junio en 0,3 puntos a 3,4% su previsión de crecimiento para 2014. A esto se suma la actividad excepcionalmente baja de las refinerías en los países de la OCDE en junio, y a la súbita suspensión de las importaciones chinas para reforzar las reservas estratégicas del país.
– Mercado bien abastecido – El viernes, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) también revisó ligeramente a la baja el crecimiento de la demanda de crudo en 2014, a 1,10 mbd frente a los 1,13 mbd estimados a principios del verano. La AIE sigue previendo una aceleración de la demanda de crudo en 2015 aunque se verá un poco ralentizada por China, Japón y Rusia, este último, debido a las sanciones occidentales por su papel en la desestabilización de Ucrania. Se espera que el consumo sea de 94 mbd el próximo año frente a los 94,1 mbd de las previsiones anteriores, es decir, 1,3 mbd más en un año. En cuanto a la producción, por el momento no se ha visto afectada por la violencia.
«Pese a los conflictos armados en Libia, Irak y Ucrania, el mercado petrolero parece hoy mejor abastecido de lo esperado», dice la AIE. «Por muy amenazantes que pueda resultar de la acumulación actual de nubarrones geopolíticos, el impacto potencial de estos acontecimientos en la producción no es tan directo como cabría esperar», explica.
Estas tensiones podrían tener incluso un efecto contradictorio. En Libia, las exportaciones de petróleo se han reanudado pese a los combates entre los rebeldes, pero tiene dificultades para vender su producción, mientras que las sanciones contra Rusia no deberían tener «ningún impacto tangible en la producción a corto plazo» o incluso a medio.
En cambio, deberían repercutir en el crecimiento del país y por tanto, en la demanda, estima la agencia, cuya sede está en París. En Irak, el «mayor obstáculo» para cumplir sus ambiciosos objetivos para aumentar la producción podría provenir de las «infraestructuras deficitarias en el sur, más que del desastre humanitario en el norte».
En total, la producción planetaria de petróleo alcanzó los 93 mbd en julio, 230.000 barriles diarios más que el mes anterior y 840.000 más que hace un año, dice la AIE.
El aumento en Arabia Saudí (10 mbd) y en Libia (430.000) han compensado el repliegue en otros países de la OPEP, como en Irak e Irán. En conjunto, la producción del cartel, que bombea en torno a un tercio del crudo mundial, aumentó en 300.000 barriles diarios a 30,44 mbd el mes pasado, mientra que la de los países de fuera de la OPEP, como Brasil, México y Rusia se redujo en 170.000 barriles, a 56,2 mbd.