WASHINGTON. AP. La solidez de las contrataciones en Estados Unidos debería estimular el crecimiento económico. Los bajos precios de la gasolina deberían alentar el gasto del consumidor. La baja del desempleo debería fortalecer los salarios. Las bajas tasas hipotecarias deberían impulsar la compra de viviendas. El poderío económico de Estados Unidos debería beneficiar a sus trabajadores. Sin embargo, todas esas presunciones comunes sobre cómo prospera una economía parecen haber desaparecido en los primeros tres meses de 2015.
Los beneficios económicos que usualmente fluyen luego de un año de fuertes contrataciones aún no han emergido. Apenas 126.000 empleos fueron añadidos en marzo, dijo el gobierno el viernes. Los salarios semanales promedio bajaron.
Los restaurantes recortaron sus contrataciones porque los ahorros en gasolina no llevaron a más reservaciones. Constructores y fábricas eliminaron 1.000 trabajadores cada uno de sus nóminas, gracias a la pobre actividad en sus sectores.
Los avances mediocres confirman las evidencias de una desaceleración económica. La Reserva Federal de Atlanta cree que en los primeros tres meses del año la economía de hecho se frenó.
Parte de la desaceleración sin dudas se debe a un invierno especialmente grave, pero casi seis años después del fin de la Gran Recesión, el esperado despegue sigue siendo elusivo, lo que pudiera indicar que la dirección de la economía no ha sido tan clara como algunos analistas y políticos han dicho.
Ahora, algunos apuntan a factores que pudieran haber sido subestimados este año. Otros mantienen sus proyecciones sobre la economía como debería ser, teóricamente. Después de todo, dicen, marzo pudiera resultar apenas una anomalía como la ocurrida en 2014, cuando una baja en el primer trimestre fue seguida por un sólido crecimiento en los meses siguientes.
A continuación, cinco factores que pudieran ayudar a explicar por qué la economía estadounidense no está acelerando como podría esperarse:
INVIERNO GRAVE En varias partes de Estados Unidos, pareció que el invierno no acababa. Las nevadas y el intenso frío que duraron hasta los últimos días de marzo pueden congelar el crecimiento económico.
Los equipos de construcción erigieron menos viviendas — 17% menos, sobre bases ajustadas por temporada entre enero y febrero. Los consumidores hicieron menos visitas a centros comerciales y concesionarios de autos, optando por quedarse en la calidez de sus casas. Las ventas minoristas cayeron en enero y febrero.
Si la culpa es del clima, eso pudiera ser algo alentador. Significaría que le economía sigue fundamentalmente saludable — algo que se haría evidente una vez se despejen los cielos en la primavera.
Y eso sería exactamente lo ocurrido el año pasado.
FORTALEZA DEL DÓLAR
Muchas fábricas estadounidenses exportan sus productos por todo el mundo, pero como la economía estadounidense ha andado mejor que la de sus socios comerciales, esas fábricas están ahora en desventaja: la relativa salud económica del país ha elevado el valor internacional del dólar. Los bienes de las fábricas en Estados Unidos son por ello 20% más caros en Europa que hace un año, un incremento que ha perjudicado las ventas.
Así que la propia fortaleza económica estadounidense ha ayudado a crear una debilidad.
Es por ello, por ejemplo, que la siderúrgica Marlin Steel ha aguantado planes de contratar a más empleados. “No se trata solamente de mí vendiendo en Europa — son todos mis clientes vendiendo en Europa”, dijo Drew Greenblatt, presidente de Marlin Steel. “Ellos están lidiando con el problema”.
BAJA DEL CRUDO
Un barril de crudo cuesta menos de 50 dólares, habiendo perdido más de la mitad de su precio desde junio. Eso significa que los pozos están teniendo menos ganancias. Cuando los precios del crudo se desploman y miles de millones de dólares están en juego, las compañías petroleras tienen a responder rápidamente con recortes de producción. El número de plataformas activas ha caído 50% desde octubre, de acuerdo con Baker Hughes, unja compañía de servicios del sector. Eso ha llevado a despidos, presupuestos reducidos y menos pedidos de equipo, todo ello perjudicial para el crecimiento económico.
Los consumidores, a su vez, no han respondido aún gastando más al aumento de sus ahorros por el bajo precio de la gasolina. Eso significa que los recortes de las compañías petroleras no han sido contrarrestados por mayores gastos del consumidor.
Carl Tannenbaum, principal economista de Northern Trust, pronostica que los consumidores responderán eventualmente a los precios de la gasolina, que andan como promedio 33% por debajo del año pasado. Cuando finalmente lo hagan, la economía despertará.
AUMENTOS SALARIALES POBRES
Es difícil para los consumidores gastar más si sus cheques de paga apenas cambian. El crecimiento promedio anual de los salarios está trabado en apenas 2,1%, pese a que el desempleo ha caído en el último año de 6,6% a un casi normal 5,5%. Y el promedio de horas trabajadas bajó el mes pasado, lo que hizo que los trabajadores ganasen menos que en febrero.
En teoría, el aumento de contrataciones ocurrido en el último año debería haber llevado a salarios más altos. Después de todo, cuando el desempleo baja se vuelve más difícil para las compañías conseguir trabajadores capacitados, lo que les obliga a pagar mejor, pero a recientes aumentos en compañías como McDonald’s, Wal-Mart y otras cadenas con salarios bajos, hay poca evidencia de que el crecimiento salarias se esté acelerando.
Pudiera ser que la tasa de desempleo debe caer aún más. La Reserva Federal dice ahora que una economía normal debe tener una tasa de 5%.
Pero otra posibilidad es que sigue habiendo una considerable reserva de trabajadores en todo el mundo, lo que provee mano de obra barata que frena el crecimiento salarial en Estados Unidos, dice Megan Greene, economista principal para John Hancock Asset Management.
Mientras tanto, los precios de las viviendas han subido mucho más que los salarios, desde el desplome hipotecario. Sin alzas salariales para ahorrar para pagar anticipos y cubrir los pagos hipotecarios mensuales, la mayoría de las personas que desean comprar una vivienda no pueden aprovechar tasas de interés históricamente bajas.
AUTOMATIZACIÓN
La economía estadounidense pasa por considerables cambios tecnológicos y muchos empleadores consideran preferible la automatización a las contrataciones. Un sondeo de alumnos de la Facultad de Negocios de Harvard dado a conocer en septiembre concluyó que casi la mitad de las empresas prefieren invertir en tecnología que contratar o retener empleados. Ese desplazamiento puede minar la usual conexión entre desempleo y alza de salarios.