ATENAS. Grecia asume el miércoles la presidencia semestral de la Unión Europea, un desafío político para un país que sigue aplicando duras reformas económicas impuestas por sus acreedores internacionales y donde crece el escepticismo hacia las instituciones de Bruselas antes de las elecciones europeas de finales de mayo.
«No creo que esta presidencia pueda ser tan tranquila como las demás», dijo a la AFP Zsolt Darvas, un economista del instituto Bruegel de Bruselas. «Será muy difícil para Grecia a causa de sus propios problemas ¡…¿ y por la presión del calendario de las elecciones al parlamento europeo», asegura este experto. Se espera que en las elecciones europeas, previstas entre el 22 y el 25 de mayo en todos los países de la Unión, aumente el voto de los euroescépticos.
En Grecia, Syriza, el partido de izquierda radical que reclama a los acreedores (el Banco Central Europeo, la UE y el Fondo Monetario Internacional) una «reducción significativa» de la deuda del país, es el número uno en los sondeos, por delante del partido Nueva Democracia del primer ministro Antonis Samaras.
El partido de extrema derecha Amanecer Dorado está en tercera posición, a pesar de la inculpación de seis de sus 18 diputados (tres de ellos ya están en prisión, incluyendo el fundador Nikos Michaloliakos) por el asesinato en septiembre de un músico antifascista.
Los griegos también están citados a las urnas para las municipales del 18 y el 25 mayo. Además Antonis Samaras, cuyo partido sólo tiene 153 de los 300 diputados parlamento, podría convocar elecciones generales anticipadas en los próximos meses.
La troika examinará de nuevo en abril las cuentas del país y, en caso de respuesta positiva que no implique nuevos recortes, Samaras podría salir beneficiado electoralmente.
Más Europa. «Será un presidencia de esperanza, la esperanza de más Europa y de una Europa mejor», dijo este mes la presidencia europea.
Por su parte el ministro griego de Asuntos Europeos, Dimitris Kourkoulas, asegura que la presidencia se centrará «en los problemas más urgentes para los ciudadanos europeos», como la inmigración, el desempleo, la aplicación de la unión bancaria y la política marítima. Si la presidencia tiene éxito permitirá demostrar que «Europa aporta una respuesta concreta a las expectativas de la población», indica un diplomático europeo.
Nikos Konstandaras, uno de los responsables del periódico liberal Kathimerini, asegura que Grecia tendrá el apoyo de sus socios europeos en los próximos seis meses porque «toda Europa sabe que hay que demostrar que se quiere hacer frente al populismo».
Durante su presidencia semestral, la quinta desde 1981, Grecia organizará 134 reuniones, 14 de ellas a a nivel ministerial. Pero no habrá gastos superfluos y el ministro Kourkoulas ha prometido una presidencia «espartana» con un presupuesto menor de los 50 millones de euros previstos.
Para ahorrar, todas las reuniones se celebrarán en Atenas y no en las islas griegas, como en otras ocasiones. Además un constructor de automóviles prestará gratis los vehículos oficiales.
Tampoco habrá regalos para las delegaciones nacionales, «ni corbatas ni fulares», como máximo bolígrafos y cuadernos, aseguró Kourkoulas.
Grecia es la sucesora de Lituania en la presidencia semestral de la UE antes de pasar el relevo a Italia en julio. La presidencia griega empezará oficialmente el 8 de enero, con una reunión de comisarios europeos en Atenas. Luego el primer ministro Antonis Samaras irá a Estrasburgo (Francia) el 16 de enero para presentar ante el parlamento europeo las prioridades de la presidencia.