Nicolás Maduro no contó con el respaldo político necesario para evitar la aplastante derrota electoral del domingo. Ese resultado demuestra que políticamente está solo. ¿Por qué, entonces, brama todavía como toro que se siente amo del ruedo? Una respuesta que la triunfante oposición intuye con justificada preocupación, es que Maduro apelaría a su recurso predilecto -la fuerza represiva- para reprimir la avasalladora voluntad expresada por el pueblo venezolano a través del inexpugnable sistema electoral en que también él confió.
Antes de las elecciones hubiera sido fácil comprometer, como varias veces lo hizo, a los militares en una empresa represiva y antidemocrática. Pero ahora, esa tarea sería un suicidio para el honor de los militares venezolanos. La correlación de fuerzas, claramente definida por el voto, no está del lado de Maduro, política ni militarmente. La oposición, cuyos líderes acusó de falsos crímenes, maltrató y encarceló, ha sido descargada y legitimada por un sufragio contundente. La pava no pone donde ponía.
Para colmo, Maduro arrastra el lastre de varias derrotas. Su desastroso manejo de las relaciones con empresarios e inversionistas ha atrofiado seriamente la economía. Y los precios petroleros han remachado el clavo. Es un pesado lastre de fracasos que solo Maduro, y nadie más, está obligado a cargar.
Que el zica no nos sorprenda
El dengue es enfermedad endémica, pero este año nos sorprendió con un número escandaloso de muertes. Sobre el zica, que nunca ha estado aquí, se han lanzado alertas y advertencias y no es un extremismo temer que también pueda sorprendernos. Esta nueva enfermedad viral causa daños muy graves entre los recién nacidos y niños de corta edad. La microcefalia y atrofias están entre esas consecuencias.
Todos debemos trabajar para eliminar hospederos del mosquito que transmite el zica, que es el mismo vector del dengue. Las acumulaciones de agua en patios, techos y utensilios abandonados deben ser eliminadas. Las autoridades deberán hacer fumigaciones sistemáticas para eliminar estos insectos. Y debemos estar al día con los protocolos de atención de los pacientes. Que no nos ocurra lo que pasó con el dengue.