Las mayores productoras de mineral de hierro del mundo han advertido que los precios están a punto de caer, justo cuando tienen que empezar a gastar hasta US$8.000 millones en nuevas minas para que sus mejores máquinas de dinero sigan funcionando.
Entre los próximos cinco y diez años, las mineras necesitarán nueva producción para reemplazar una capacidad de casi 170 millones de toneladas que se perderá con el cierre de las minas viejas y la disminución de la gradación de operaciones en envejecimiento, según Global Mining Research Ltd. Pese a la previsión de que el suministro por vía marítima alcanzará un pico en 2018 y los precios caerán a US$40 la tonelada ese año, la opinión es que los nuevos proyectos de mineral de hierro ofrecerán mejores rendimientos que inversiones alternativas.
“Desde el punto de vista económico, tiene mucho sentido invertir este nivel de capital dado el rendimiento que estas minas probablemente generen”, dijo Michelle Lopez, gestora de Aberdeen Asset Management Ltd., con sede en Sídney, que tiene participaciones en BHP Billiton Ltd. y Rio Tinto Group, la cual gestiona unos activos de US$403.000 millones en todo el mundo. No obstante, las decisiones no serán fáciles y “por primera vez se enfrentarán a unas limitaciones reales de capital que no han tenido en los dos últimos años”, puntualizó.
El desplome de los precios de las materias primas en los últimos cinco años hará que el gasto mundial en bienes de capital de las mineras caiga un 60 por ciento el próximo año a unos US$57.000 millones, según los pronósticos. En 2012 el gasto alcanzó un máximo de US$145.000 millones, según estimaciones de Goldman Sachs Group Inc. Fortescue Metals Group, el cuarto exportador de mineral de hierro del mundo, decidirá en los próximos seis meses acerca de una posible inversión de US$1.500 millones para reemplazar la producción, según reveló el responsable de la empresa, Nev Power, la semana pasada.
Rio Tinto, que en agosto aprobó la mina de Silvergrass por US$338 millones, tiene que abrir una mina nueva de 50 millones de toneladas cada cinco años aproximadamente para mantener su producción, dijo JPMorgan Chase & Co. en un comentario efectuado en agosto. Las mineras de la región rica en hierro de Pilbara, oeste de Australia, necesitan unos precios de entre US$36 y US$51 la tonelada para justificar el desarrollo de nuevas minas, que podría alcanzar los US$8.200 millones, según estimaciones del banco.
Unos precios de entre US$50 y US$60 la tonelada darían el incentivo suficiente para inversiones en nuevas instalaciones, según la consultora mundial EY. Si los precios caen, los proyectos de minas “podrían aplazarse puesto que los grandes productores encontrarán mejores usos para un capital limitado en el resto de la cartera de minerales”, señaló Paul Mitchell, asesor líder mundial de minas y metales de EY. “Es obvio que estas nuevas minas nunca pueden considerarse algo ‘garantizado’ en un mundo incierto”. El mineral de hierro de referencia ha cotizado de media a US$54,70 en 2016 según datos de Metal Bulletin Ltd.
Las nuevas operaciones de mineral de hierro tendrán que competir con opciones de crecimiento de otras materias primas, según la investigadora CRU Group. “Dentro de las empresas hay luchas internas por capital, estas van a asignar una cantidad limitada de capital a toda su cartera”, dijo por teléfono Adrian Doyle, consultor jefe de CRU con sede en Sídney.