-2 de 2-
Los egresados de una universidad son los que disponen de más posibilidades de evaluar en su justa medida la calidad y pertinencia de los programas de estudios conque fueron formados. Y, recíprocamente, la universidad puede y debe ofrecerles a sus egresados las posibilidades de superarse continuamente en su profesión. De ahí deriva la importancia de los programas de formación continua que en beneficio de éstos ofertan un buen número de Altas Casas de Estudios.
El doctor Milcíades Mejía, científico y catedrático universitario, ocupó por más de una década la dirección del Jardín Botánico Nacional y formó parte del equipo de especialistas que dirigió los trabajos de formulación de la Ley 64-00, el mismo edicto que creó el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Entre los haberes de este destacado hombre de ciencia oriundo de la provincia de San José de Ocoa figuran el haber compilado cerca de 200 mil ejemplares de plantas en la República Dominicana, Haití y Puerto Rico; el haber descubierto más de 35 especies de plantas nuevas, algunas de las cuales fueron bautizadas con su nombre; y el haber escrito decenas de artículos científicos acerca de las plantas de La Española, su ecología y medio ambiente. ¿Qué opinión le merece al doctor Milcíades Mejía la Pontificia, Real y Autónoma de Santo Domingo en su calidad de egresado y catedrático de esa Alta Casa de Estudios? A continuación su repuesta aparecida en el periódico El Universitario, en su edición correspondiente a la segunda quincena de julio del año en curso: “Sin la ayuda de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, no hubiese sido posible hacerme profesional. Pude disfrutar de un crédito educativo y eso fue determinante para el logro de mis objetivos”.
La ingeniera Mercedes Sabater, fallecida hace algunos meses, participó en el diseño y materialización de importantes proyectos acorde con las directrices del Movimiento Renovador Universitario. La Macarrulla (así le llamábamos todos) acostumbraba a narrar algunos de los grandes hechos en que participó en la UASD, al tiempo en que confesaba que disfrutó en esa institución los momentos más hermosos de su vida. La destacada ingeniera recordaba con marcado interés su participación junto a sus colegas y alumnos en la lucha en favor del reconocimiento del Fuero y la Autonomía de la Universidad estatal. Podemos afirmar lo mismo de muchos otros destacados catedráticos de la Universidad Primada: Aida Cartagena Portalatín, Pedro Mir, Freddy Gastón Arce, Carlos Ascuasiati, Euclides Gutiérrez Félix, Franklin Franco, Francisco Antonio Avelino, Andrés Avelino hijo, Marcio Veloz Maggiolo, Tirso Mejía Ricart, Hugo Tolentino Dipp, Luis Scheker Ortiz, Roberto Cassá; Julio Ravelo Astacio, César Mella, José Joaquín Puello, Jesús Farías, Altagracia Guzmán; Fernando Sánchez; Jacobo Moquete, Josefina Padilla, Ivelisse Prats Ramírez, Zoraida Heredia, Melba Báez, y de muchos otros. Casi todos los mencionados pertenecen a de la pasada generación. De la presente, no esperamos menos. ¿Cuántos egresados o catedráticos de la Universidad Primada han ocupado el honroso cargo de Presidente Constitucional de la República? ¿Cuántos ocuparon u ocupan altos cargos en la administración pública? ¿Cuántos han resultados ganadores de premios nacionales en diferentes disciplinas? ¿Cuántos han resultado muertos a destiempo participando en acciones de defensa de nuestra soberanía? ¿Cuántos pertenecen a la Academia Dominicana de la Historia, de Ciencias, de las Letras? La Real y Pontificia Universidad Autónoma de Santo Domingo, Primada de América, ocupa un lugar de primer orden entre las mejores instituciones de educación superior.