Limpieza de fin de año, un ritual para iniciar el nuevo con el pie derecho

Limpieza de fin de año, un ritual para iniciar el nuevo con el pie derecho

Año nuevo, vida nueva”, esta sencilla frase describe el ánimo con el que se debe arrancar este nuevo reto que se presenta. En el caso del hogar, no solo se refiere al estado emocional de los miembros de la familia, sino al aspecto y funcionalidad de la casa.

Y el lugar en donde nos sentimos siempre bien es nuestro hogar. A él  regresamos todo el tiempo y en él  encontramos el espacio perfecto para relajarnos y estar bien con nosotros mismos y con nuestra familia. Por ello siempre debe estar perfecto, especialmente si queremos esperar el año nuevo en un espacio limpio, perfumado y fresquecito.

Si bien durante todo el año la limpieza representa salud, frescura y es  una parte importante de la  agenda de toda buena ama de casa,  para esperar Año Nuevo la limpieza de la casa representa eliminar las malas energías y atraer cosas mejores en su vida.

Así que  hoy, mañana y pasado mañana,  haga una  limpieza en toda la casa, deshágase de lo que ya no sirve o no necesita y reciba el año con un hogar totalmente limpio.

Eche mucha, mucha agua: el agua simboliza expulsar de su vida las lágrimas, las penas y la negatividad, según el Feng shui.

En ese sentido, aquí le damos algunas sugerencias para darle mantenimiento y cuidado a su entorno vital. Se trata de que  sea una actividad grata y provechosa, incluso que fomente la unión hogareña y  el hábito de orden e higiene en los más pequeños de la casa.

Operación limpieza.   Un espacio sucio estanca toda la buena energía.  La limpieza incluso tiene efectos sobre nuestra actitud y nuestro disfrute de los espacios. Condición indispensable para estar bien pues de lo contrario enreda las energías, así que lo primero que debe hacer es sacar de su hogar todo cuanto no use; lo que no sirve mándelo a la basura, lo que le puede servir a otros, dónelo.

¡A limpiar!  Antes que nada, asegúrese la participación de toda la familia, pero como una tarea divertida, digna de las fiestas, para ello puede hacer que los niños le ayuden a escoger los implementos de aseo y trabajar al ritmo de una música agradable. La música también es un factor de alegría y energía. ¡Sí!

Se recomienda limpiar con una “dirección”; es decir, empezar en una parte y seguir un sentido de limpieza, como el de un reloj, en círculo, la forma en que cae el polvo, etc.

Si es posible, delegue el aseo de cada habitación a cada persona de la familia, para que lo tomen con la debida responsabilidad.

Ventile bien su casa, pues el uso de productos de limpieza y el hecho de limpiar en sí requerirán una aireación permanente de la vivienda para mantener el ambiente fresco y confortable.

Por cierto, el arreglo concienzudo de la casa es una labor que le ayudará a ejercitarse y quemar unas cuantas calorías. Hasta puede ejercitar su capacidad creativa y organizativa redistribuyendo el mobiliario y la decoración.

Al utilizar sustancias limpiadoras, ciérrelas bien para evitar derrames. Los trapos, esponjas o cepillos deben ser lavados y puestos a secar, para prevenir la acumulación de gérmenes. Sobre todo en los hogares donde haya niños.

El desorden.  Es un mal hábito que bloquea el “chi”. Los armarios, escritorios, gavetas y cajones, no expuestos al ojo de los visitantes, deben ser ordenados y revisados con regularidad cuidando  no guardar nada obsoleto o que no se use. La ropa es un claro ejemplo: hay piezas que no se usan por años. “La recomendación es simple, si no se ha utilizado por un año es mejor regalarlo pues está impidiendo que lleguen cosas nuevas al ropero y estancan la energía”.

Llegado el momento de los armarios o gabinetes, se aconseja:  Sacar todo el contenido de éstos, ordenarlos por la función que cumplan.

1.   Si tiene artículos que ya no usa, es preferible que se deshaga de ellos.

2. Los objetos que no sean indispensables y por alguna razón conserva, mejor póngalos en un lugar en el que no le estorben.

3. Barrer, aspirar, trapear, encerar, abrillantar, desempolvar, pulir, cepillar, desinfectar, aromatizar, y otras tantas y tantas cosas. Vaya, que le va a costar un buen esfuerzo. Descuide, tampoco es cuestión de un solo día.

La cocina un punto focal.  La mala actitud en la cocina es perjudicial para todos aquellos que consumen los alimentos preparados allí. Por ello es importante su constante limpieza. En esta ocasión que el aseo ha de ser más profundo, paredes, ventanas, gabinetes y si es posible brille el piso. Es recomendable cambiar las esponjas de fregar, los paños  y cepillos que hemos usado durante este año, por unos nuevos.        

Ritual con inciensos. Encienda  un incienso de sándalo y otra esencia de su preferencia; mientras va haciendo una limpieza de habitaciones, paredes y pisos con el humo del incienso.

Cuando termine, cierre bien las ventanas y deje que toda la casa quede totalmente  aromatizada.

Este ritual debe hacerse una vez que la casa esté totalmente limpia.  Para estos fines puede utilizar también aromas de canela, vainilla, menta o té que dan una sensación de frescura y dulzura a la vez.

También resultan las velas y velones aromáticos, así como también los aceites esenciales.

Las claves

1.  Medidas previas

Vístase con ropa cómoda e implementos necesarios para su comodidad, como guantes, delantales, mangueras, recogedores de basura, escobas y  “suapers”.

2.  Por fuera y por dentro

La limpieza interior es muy importante, pero limpiar por fuera también lo es . Limpie ventanas, patio, cepille el frente, invite sus vecinos a lavar el parqueo.

3.  Limpieza de cristales

Si sus ventanas están hechas en ese material, utilice detergentes especialmente para lustrarlos, recuerde que debe hacerlo por dentro y por fuera.

 4.  ¡La basura!

Además de la producción diaria de basura, recoja botellas, envases plásticos y todo lo que no use y deposítelos en el basurero.

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