El jugador de los Reales de Kansas City Salvador Pérez moja al manager del equipo, Ned Yost, al término del quinto partido de la serie contra los Mets de Nueva York, el 2 de noviembre de 2015, en Nueva York. Los Reales ganaron el juego por 7-2 para llevarse la serie por 4-1. (Foto AP/David J. Phillip)
NUEVA YORK. Luego de haberse quedado a un paso del éxtasis la pasada temporada, los Reales de Kansas City se convirtieron en un equipo con una manía: remontar todas las veces que sea necesario. La última asombrosa reacción se produjo el domingo en el quinto juego de la Serie Mundial, coronada por el aporte de Christian Colón, un jugador que no había sido tomado en cuenta durante toda la postemporada y acabó como figura en la conquista del primer campeonato desde 1985. El sencillo del bateador emergente puertorriqueño rompió el empate en la parte baja del 12do inning y encaminó al equipo a una victoria por 7-2 sobre los Mets de Nueva York.
Fue la coronación perfecta para un equipo sinónimo de tenacidad y determinación, sencillamente incapaz de rendirse. “Este equipo nunca se rinde, no nos gusta perder nunca”, dijo Colón. La victoria por 4-1 en la serie también dejó atrás la amargura del año pasado, cuando sucumbieron en el séptimo juego ante San Francisco. “Desde el primer día, no tuve duda alguna que iba a lograrlo”, dijo el mánager de los Reales, Ned Yost.
“Es un grupo especial de jugadores, un grupo especial que no se ve con frecuencia”. Cuando todo indicaba que los Mets iban a forzar un viaje de vuelta a Kansas City para extender el Clásico de Otoño, los Reales volvieron a dar un zarpazo, esta vez en el noveno acto de un partido de superlativo dramatismo. Maniatados por Matt Harvey durante ocho innings y abajo 2-0 en la pizarra, Eric Hosmer conectó un doblete remolcador y luego anotó con arrojo desde tercera tras un mal tiro del primera base Lucas Duda al plato. Y en el duodécimo estallaron con un racimo de cinco carreras que sentenció un memorable triunfo para una franquicia que llevaba 30 años de sequía.
Un año después de haber sido el último out de la Serie Mundial, al dejar la carrera del empate esperando remolque en la tercera base, el receptor venezolano Salvador Pérez fue proclamado el Jugador Más Valioso de esta edición. “En 2015, Kansas City es el número uno”, dijo Pérez, con su trofeo brillando al lado. “¿A quién le importa lo que pasó el año pasado?”. Los Reales se convirtieron en el primer club desde los Angelinos en 2002 que vino de atrás en todas sus cuatro victorias de una Serie Mundial, según STATS. Totalizaron ocho remontadas en esta postemporada. La carrera de Hosmer en el noveno tras un rodado estropeó la que fue una brillante apertura de Harvey y significó el tercer salvamento malogrado por el cerrador Jeurys Familia en la serie.
Colón, un infielder puertorriqueño que no había actuado en toda la postemporada y cuya función se había limitado a ser el traductor del abridor dominicano Yordano Ventura en sus comparecencias ante la prensa, adelantó a los Reales con su imparable por el bosque izquierdo. Lorenzo Cain añadió un doble de tres carreras y Alcides Escobar produjo otra anotación con un doble.