CARACAS. El presidente Nicolás Maduro ordenó este lunes que la madrugada del martes sea ocupada por autoridades gubernamentales una cadena de tiendas de alimentos y de productos del hogar con 36 sucursales, a la que acusó de «guerra alimentaria».
«Estas segundas tiendas, le he dado órdenes precisas al vicepresidente de seguridad y soberanía alimentaria (para que) sean ocupadas en la madrugada (del martes) y sea regularizado el servicio al pueblo de Venezuela», dijo Maduro la noche del lunes.
El mandatario rechazó citar el nombre de la cadena y se limitó a señalar que es de «carácter popular», con 36 tiendas de productos alimenticios y de higiene en sectores populares de seis ciudades del país.
Medios de prensa locales señalan que se trata de la cadena Día a Día. También dio instrucciones para que «sean detenidos los directivos y dueños de esta empresa para pasarlos a investigaciones por estar incursos en guerra alimentaria contra el pueblo». Esta ocupación se produce en momentos en que la escasez de alimentos y de todo tipo de productos recrudece y es común ver interminables colas, y en ocasiones tumultos, en establecimientos comerciales.
La ocupación se realizará, dijo el presidente, «en fiel cumplimento de la Constitución y de la ley seguridad alimentaria», pero no detalló si se utilizará a las fuerzas del orden. Maduro bautizó la ocupación como «operación Sucre», ya que coincide con el natalicio del héroe independentista venezolano Antonio José de Sucre, que se celebra este martes.
La noche del domingo, Maduro informó que directivos de la Farmatodo, una de las mayores cadenas de medicinas y artículos de higiene, habían sido detenidos para ser interrogados acusados de ocultar distintos productos. Maduro se refirió este lunes, pero sin citar a la cadena, a directivos que fueron detenidos la víspera para ser interrogados esta madrugada en el Servicio Bolivariano de Inteligencia.
«Hicieron la cola (fila) toda la madrugada para rendir declaración y desaparecieron las colas», dijo el mandatario, sin dar más detalle. Maduro ha denunciado desde su llegada al poder, en abril de 2013, una supuesta «guerra económica» de empresarios y sectores de la oposición.
La complicada situación económica en Venezuela, que cerró 2014 con una inflación superior a 64%, se ha visto aún más afectada por la caída de los precios del petróleo en un país que obtiene del crudo 96% de sus ingresos y que importa la mayoría de los alimentos y productos que consume.