La Marca País en una economía globalizada representa un valor intangible en términos de reputación, acreditación que es validada internacionalmente a través de múltiples vías, entre las que se destacan: la cultura, alta calidad de los productos exportables, turismo, deportes, servicios públicos eficientes, la facilitación comercial, fortaleza institucional, seguridad jurídica, transparencia, régimen de consecuencias eficaces ante prácticas ilícitas-corruptas; conjunto de valores que resaltan y asocian para crear una identidad nacional ante el mundo.
La experta Lina Echeverri Cañas, PhD, País Marca OBS, refiere que es una propuesta de valor que ofrece un país a los visitantes e inversionistas, visualizando tres componentes básicos: turismo, exportaciones e inversión extranjera directa. Refiere que nace de la necesidad de los sectores público y privado en generar identidad propia ante mercados internacionales, enmarcándose la estrategia en posicionamiento de un país en particular, con el objetivo de capitalizar origen de productos, empresas, cultura y las personas en los mercados globales.
Es de resaltar que suscribir un acuerdo comercial con naciones o bloques económicos no es garantía de bienestar si no se realizan intercambios de productos y servicios, siendo tarea principal de los gobiernos para consolidarlo, definir políticas proactivas y de alianzas con el sector privado para estimular y atraer las inversiones, orientando y desarrollando tareas por sectores productivos de potencial nacional, que fomenten la innovación y productividad, que conforme la estrategia de negocios y política comercial focalice el gobierno dominicano.
Hoy día el comercio internacional se desarrolla en función de dinámicas negociaciones para liberarlo y facilitarlo, agrupándose los países en bloques económicos para abrir nuevos mercados, ante el imperativo de empeñar esfuerzos para ser más competitivos, pues el país que firma un acuerdo con bloque de países, la firma de por sí y las ventajas no se multiplican por la cantidad de países suscribientes, sin embargo, si se multiplican las posibilidades de penetrar a nuevos, diversos mercados por relación de intercambios comerciales generados.
Es tarea del gobierno dominicano a través de los organismos competentes en función al área potencial de desarrollo, ofrecer el acompañamiento con expertos en la materia de que se trate; entidades que para asegurar y garantizar la inversión deben de estar representadas por personal profesionales técnicos y capaces, no improvisados, conciencia clara de su tarea en función de objetivos generales y específicos focalizados y estructurados en la ley 1-12 de END-2030, para lograr los resultados óptimos esperados de acuerdo al tiempo-calendario establecido, que deberá orientar el gobierno en coordinación con su aliado el sector privado.
El acuerdo comercial internacional, sus pilares deben de estar cimentados en la definición de la identidad estratégica nacional de marca país, ya que los beneficios que reportará el acuerdo se derivarán de la capacidad de penetrar a nuevos mercados que generen negocios rentables, pues el acuerdo comercial es el principio, el inicio de las buenas voluntades entre las partes y se desarrollará por la capacidad de lograr mayor aprovechamiento, lo que dependerá de políticas coherentes y un seguimiento planificado en función de calendarios de desgravaciones definidas, visualizando dinámica de un desarrollo sostenido en el tiempo.
Claro está, que los acuerdos procuran incrementar intercambios comerciales entre naciones suscribientes, debiendo someterse a evaluación si la balanza comercial refleja resultados negativos-desventajosos, por lo que debe primar la capacidad de replantear los términos negociados en función de las áreas que seamos más competitivos, pero no se podrán lograr resultados óptimos que se esperan, sino se empeñan decididos esfuerzos para cumplir los términos acordados, políticas de monitores del número de las operaciones y transacciones comerciales realizadas, lo que deberá reflejarse en el desarrollo macroeconómico del país.
La República Dominicana, con una población de 10.5 millones en 48,670 km2, es la 5ta. nación en tamaño de la región, y la más habitada, solo superada por Guatemala, ha suscrito varios acuerdos para el acceso a mercados de bienes y servicios con los países de Centroamérica, de un potencial mercado de más 40 millones de habitantes, y similar con la comunidad de países del Caribe (CARICOM), que representa mercado de 8 millones; y como país caribeño, comparte foro de países África-Caribe-Pacífico (ACP), formando parte de la Asociación de Estados Caribeños.
DR-CAFTA, Tratado de Libre Comercio de EE.UU con países de Centroamérica y R.D; el más importante acuerdo comercial del país, facilita el acceso para exportar a estos mercados, conforme términos acordados de reglas de origen, requisitos sanitarios, fitosanitarios, entre otros que deben cumplir las empresas exportadoras nacionales. El mercado de E.E.U.U. representó el 46.9% del total exportado de la R.D. el 2016, y del sector de Zonas Francas al mercado de E.E.U.U. representó 71.2% del total exportado en el mismo período del año 2016.
En un acuerdo comercial no bastan las buenas intenciones, teniendo especial incidencia la cantidad de consumidores, tamaño de la economía, la posición geográfica, conectividad para el transporte y volumen de la carga, infraestructura logística; observando la R.D. importante posicionamiento regional, conforme indicadores estudios de referencia del Banco Mundial.
Ante la realidad planteada, la estrategia de marca país procura destacar lo que tenemos para ofrecer en condiciones ventajosas y competitivas en relación a ofertas similares de las otras naciones partes; dinámica de propuestas consolidadas ante el conglomerado de países que conforman un acuerdo, no mono temática, sino diversificadas, que configuren ofertas en base al potencial económico que representen determinados rubros que R.D. puede ofrecer.