Manuel Baigorri
Las megaoperaciones probablemente se vean reemplazadas por una cantidad creciente de adquisiciones más pequeñas en 2016 en tanto reservas de efectivo cada vez más grandes sostienen el impulso récord de tomas de control del año pasado, según JPMorgan Chase Co.
El sólido crecimiento económico de los últimos años dio a los inversores la confianza necesaria para buscar adquisiciones mientras que un cúmulo creciente de reservas de efectivo, de alrededor de US$6 billones en el cuarto trimestre, ha conferido a los posibles compradores abundante poder, dijo JPMorgan en su Perspectiva Mundial de Fusiones y Adquisiciones.
Sin embargo, después del año pasado, cuando se anunciaron cinco de las veinte operaciones de mayor magnitud de la historia, los compradores quizá estén buscando objetivos relativamente más pequeños, indicaba el informe. Hubo veinte transacciones por valor de más de US$30.000 millones el año pasado, informó JPMorgan.
“Si bien el tórrido ritmo de operaciones tamaño ‘elefante’ tal vez se frene, en parte podría reemplazarlas un gran número de transacciones grandes –pero relativamente más pequeñas- que terminen impulsando la actividad de fusiones y adquisiciones en 2016”, señalaba el informe.
Las nuevas operaciones podrían verse motivadas por turbulencias en los mercados e industrias en apuros. Los sectores relacionados con materias primas como el petróleo y el gas y la minería deberían experimentar una recuperación, decía el informe. Esas compañías se enfrentan a un exceso de oferta y una desaceleración de la demanda china que hacen bajar los precios. Los bancos pequeños que se encuentran ante un entorno de regulación y contralor normativo complejo también podrían pasar a ser un objetivo.
Ya hay señales de que la cantidad de operaciones aumentará, puesto que las adquisiciones anunciadas crecieron en todos los trimestres del año pasado, de acuerdo con los datos que reunió Bloomberg. En el cuarto trimestre se anunciaron más transacciones que en cualquier otro de la última década, de acuerdo con los datos que reunió Bloomberg.
Las regiones que los adquirentes pasaron por alto el año pasado deberían ver un repunte de las operaciones en tanto las compañías buscan concretar más transacciones transfronterizas, según el informe.
“Europa podría atraer más actividad del exterior ya que hay mejor visibilidad respecto del regreso del crecimiento a la región, que podría no reflejarse plenamente en los precios del mercado”, expresaba el documento. Sería un cambio que recibirían con agrado los negociadores del continente.
ZOOM
Activistas asiáticos
Asia, con una población cada vez más vieja que busca mejores retornos para las pensiones, podría ser una nueva frontera. “Japón, China y Corea tienen poblaciones que envejecen y compañías con más bases de inversores internacionales, y las oficinas de gestión de patrimonio familiar son especialmente vulnerables a la táctica favorita de algunos activistas: una disputa pública embarazosa que se exponga en los medios”, dijo.