La reducción de 4.3% de la pobreza en el país entre marzo de 2013 y marzo de 2014 no ocurrió como consecuencia de un aumento del ingreso real per cápita de los hogares, sino esencialmente como resultado de una mejor distribución del ingreso, según Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPYD).
En el trabajo titulado “La caída reciente de la pobreza monetaria en la República Dominicana: Un indicio alentador”, preparado por el demógrafo Antonio Morillo, de la Unidad Asesora de Análisis Económico y Social del MEPYD, el autor sostiene que “la caída de la pobreza monetaria de marzo 2013 a marzo 2014 no se corresponde, entre otros, con el crecimiento real del producto interno bruto (PIB), la tasa de desempleo que se mantuvo prácticamente constante y el crecimiento prácticamente nulo del ingreso real per cápita de los hogares”.
Explica que el análisis de la evolución reciente, enfocado en los cambios anualizados de marzo 2013 a marzo 2014, revela que la tasa de pobreza general del país pasó de 40.5% a 36.2%, para una caída de 4.3 puntos porcentuales, lo que equivale a una disminución de unas 394,000 personas de todo el territorio nacional.
Morillo anota que si el ingreso promedio se mantiene constante y mejora la distribución del ingreso, como ocurrió en la República Dominicana de marzo 2013 a marzo 2014, “entonces se verifica una redistribución del ingreso a favor de los estratos bajos y también por esta vía disminuye la tasa de pobreza monetaria. El cambio final en las tasas de pobreza monetaria va a depender del efecto conjunto de estos dos determinantes directos”, agrega el experto.
El análisis sostiene que el mejoramiento en la distribución del ingreso suele ocurrir cuando se verifica un mayor crecimiento del ingreso en segmentos poblacionales o geográficos ubicados en la parte baja de la pirámide social, que fue lo que a su juicio se registró en la zona rural de República Dominicana durante el período analizado.
“Se puede observar que de marzo 2013 a marzo 2014 se verificó un aumento del ingreso real per cápita en la zona rural y no en la zona urbana, en la que se registró un ligero deterioro. Como consecuencia de estas divergencias en el ámbito geográfico, mientras la tasa de pobreza en la zona urbana se mantuvo sin cambios estadísticos significativos, en la zona rural se logró una caída significativa de 9 puntos porcentuales”, apuntó.
Dijo que esa disminución estuvo determinada por un aumento del ingreso real per cápita del hogar, acompañado del efecto combinado del mejoramiento en la distribución del ingreso.
“De marzo 2013 a marzo 2014 en la zona rural el ingreso per cápita tuvo un crecimiento real de 10.2%. En contraste, en la zona urbana se observa una ligera disminución del ingreso real y a nivel nacional el crecimiento fue prácticamente nulo”, indicó Morillo.
Afirma que “la caída de pobreza se corresponde con una disminución en la tasa de desempleo, un aumento en la tasa de ocupación y de la población ocupada, un aumento del ingreso real de los ocupados”.
Dice que la tasa de desempleo ampliado cayó de 14.3% en marzo 2013 a 12.9% en marzo 2014.