BARCELONA. ¿Y si el máximo goleador barcelonista se convirtiera en pasador? Lionel Messi se ha adaptado desde el inicio de la temporada a un puesto más atrasado y más altruista, lo que puede inquietar al París Saint-Germain, rival del FC Barcelona el martes en Liga de Campeones (18h45 GMT).
Todo el mundo conoce al Leo Messi goleador: el cuadruple Balón de Oro, convertido la pasada temporada en el máximo goleador absoluto de la historia del Barça, sigue siendo un finalizador incomparable, autor el sábado contra el Granada (6-0) en la liga española de sus goles 400 y 401 como profesional.
Pero fiel a la esencia colectiva del juego catalán, el argentino siempre ha sido capaz de dar el último pase, firmando unas diez asistencias de media en la liga española desde la temporada 2007-2008.
La novedad es que este papel de pasador empieza a agudizarse en los últimos tiempos. Hay que decir que Messi empieza a ser conocido de los defensas rivales y no tiene a menudo otra elección que retrasarse para recibir el balón, lo que le convierte de hecho en distribuidor del juego barcelonista.
En siete partidos entre todas las competiciones esta temporada, «la Pulga» ya ha dado siete pasos decisivos, ocho si se tiene en cuenta su centro-chut para Sandro en Villarreal en la liga española, es decir una cifra mayor que su número de goles (5) esta campaña. «No solo es el mejor del mundo por los goles sino por las asistencias, y si quisiera ser el mejor defensor del mundo lo sería», señala el entrenador del Barcelona, Luis Enrique.
«En cualquier aspecto del juego es un jugador desequilibrante.
Está fuera de elogio, pero hace cosas que no he visto hacer en Oliver y Benji (una serie de dibujos animados) o la playstation. Es un privilegio tenerlo», añadió el técnico.
– Dispone de libertad total – Desde la llegada este verano boreal de Luis Enrique, Messi parece estar cómodo en su papel de líder del ataque barcelonista.
Hay que decir que el nuevo entrenador del Barça le deja una «libertad total» en el terreno, cuando la pasada temporada, su predecesor Gerardo Martino no había dudado en ponerlo en partidos importantes en la zona derecha, quitándole un poco de juego y balón.
«Desde que he llegado al club este verano, siempre he visto a Messi participativo, colaborando en todos los aspectos del juego. En los partidos es evidente que alternamos su posición, pero hace tiempo que un jugador de esta calidad y de esta visión de fútbol tiene total libertad», explica Luis Enrique.
«Hace lo que esperamos de él: que sea un jugador vital y determinante en nuestro juego. Estamos encantados por su rendimiento», añadió. Descargar al argentino de obligaciones de equipo para permitirle ir donde quiera implica una compensación por parte de sus compañeros.
Neymar, Munir El Haddadi o Pedro Rodríguez, sus socios en el ataque, son todos capaces de ir al centro cuando Messi se aleja. Y la perspectiva de ver al argentino buscar en los espacios al uruguayo Luis Suárez, cuando la suspensión de este último tome fin en octubre, es rica en promesas para el Barcelona.
– Conexión Messi-Neymar – En espera de que el uruguayo sea autorizado a volver a jugar, Messi dispone ya con Neymar de un socio de talento. La complicidad entre el héroe argentino y la estrella brasileña parece ir creciendo tras una primera temporada de cohabitación mermada por sus lesiones respectivas. «Messi es el mejor del mundo, es un crack.
Con él, mejoro», señaló Neymar tras su doblete contra el Athletic Bilbao (2-0). De los seis goles marcados por el brasileño esta temporada, cuatro fueron por pases del argentino, capaz de aglutinar en torno a él a los defensas para abrir espacios a sus compañero.
«Es muy fácil que se entiendan este tipo de jugadores, cualquier jugador de calidad lo hace», anuncia el técnico azulgrana.