EE.UU-Microsoft ha puesto en marcha una “revolución cultural” que promueve la colaboración entre equipos en lugar de la competitividad y con la que busca rejuvenecerse y convertirse en una empresa más ágil 40 años después de su creación.
El cambio en marcha, impulsado tras el nombramiento de Satya Nadella como consejero delegado de Microsoft en febrero del año pasado, es omnipresente en la sede central de la empresa en Redmond, a las afueras de la ciudad de Seattle, en la costa oeste de Estados Unidos, donde la compañía tiene más de 40.000 empleados.
Si en el pasado imperaba la cultura de la competitividad entre departamentos, el temor al fracaso y la resistencia a compartir información, ahora se ha impuesto la idea de “un solo Microsoft» en el que personas y departamentos colaboran entre sí y donde el fracaso es una oportunidad de aprender.
“Satya ha conseguido romper los reinos de Taifas a nivel de producto”, explicó Alberto Esplugas, un ingeniero español que trabaja en Microsoft desde el año 2003 y forma parte del Grupo de la Competencia, que sigue los productos que desarrollan firmas rivales como Apple, Amazon o Google. Esplugas recordó que antes de la llegada de Nadella las distintas divisiones, como Office o Windows, operaban de forma independiente y tenían su propia cuenta de resultados.