El dominicano Ruddy Mateo, medalla de oro en la división de 68 kilos del taekwondo de los Juegos Centroamericanos y del Caribe afirmó hoy que sus triunfos llevan implícitos muchos sacrificios.

Como miles de niños en su país, Mateo comenzó jugando al béisbol y, contra la voluntad de su mamá a quien le dedicó el título que obtuvo ayer, él decidió seguir por el camino del taekwondo.

«Se trabaja mucho, bastante y muy fuerte para llegar a estos momentos», dijo Mateo a Efe.

«La preparación requiere de muchos sacrificios con la familia, la pareja, los hijos. Muchas cosas se tienen que sacrificar para esto», declaró Mateo, quien junto con el resto del equipo llegó hace tres meses a San Luis Potosí, para cumplir la fase final de la preparación para el torneo de Veracruz.

El dominicano es líder de su equipo, pues es el primero que llega a los entrenamientos, el que motiva, casi un capitán a quien sus compañeros respetan por su entrega.

«Estaba seguro de ganar, pero sin exceso de confianza», declaró Mateo, que en la final venció por 10-8 al mexicano Isaac Torres.

«Recoger estos frutos es todavía más difícil cuando se enfrenta a competidores de alto nivel o con el mismo nivel.

Pero todo con Dios se puede», aseguró. «Mi maestros y mi familia siempre estuvieron presentes en cada combate diciéndome: tu puedes», contó Mateo, quien nació en San Juan de la Maguana, unos 190 kilómetros al noreste de Santo Domingo.

El dominicano tiene como objetivo próximo participar en la Copa del Mundo por equipos que se disputará el 6 y el 7 de diciembre en Querétaro, centro de México. y también buscará su clasificación a los Juegos Panamericanos Toronto 2015. De su lado, los hermanos Pie, Luis y Bernardo Pie se convirtieron en la primera pareja de hermanos de República Dominicana en ganar medallas individuales en unos mismos Juegos Centroamericanos y del Caribe.

Luis fue el primero en conquistar una presea, cuando el pasado domingo se adjudicó el oro en menos de 58 kilos del torneo de taekwondo, en tanto que al día siguiente (lunes) su hermano Bernardo estuvo a punto de imitarlo, pero se quedó con la plata de menos de 63 kilos. Hasta el momento, es el único que precedente que se conoce en la historia de la cita regional.