Según revela la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo, de 2017, el sector turístico generó más de 333 000 empleos directos e indirectos, lo que representa el 7.6 % de la población ocupada del país.
Ese mismo año se registró una llegada de 6.2 millones de turistas al país, cifra equivalente a un ingreso aproximado de 7177 millones de dólares, de acuerdo a los datos ofrecidos por el estudio “Importancia y evolución del turismo en la República Dominicana 2012-2017”, del Banco Central.
Dichas cifras superan al número de turistas e ingresos registrados en los países de Centroamérica y el Caribe insular.
Señala, asimismo, que en el caso de Sudamérica, solo Argentina, Brasil y Chile superan a la República Dominicana en cantidad de turistas acogidos en ese año; sin embargo, el turismo dominicano supera a todo ese continente en términos de ingresos.
El estudio precisa que el estado saludable del turismo en la República Dominicana le permite aportar un 11.6 % al producto interno bruto del país, lo que fomenta la inversión extranjera directa (IED) para beneficio de la economía dominicana.
Según el estudio del Banco Central, tomando en consideración los tres últimos años en que la IED en turismo ha cobrado impulso de manera significativa, la inversión en turismo representa el 26.5 % de la IED total en el período 2012-2017.
En ese contexto, en el que se han empezado a ver nuevas ofertas de alojamiento, lo que se busca es diversificar la propuesta turística del país y dar respuesta a las exigencias del nuevo perfil del turista, un turista que busca experiencias especializadas, locales, y personalizadas.
Según Bolívar Troncoso, director de la Escuela de Turismo de la Universidad O&M, así como catedrático y consultor en turismo sostenible, ecoturismo, medio ambiente y geografía, los destinos tienen que evolucionar en función de las tendencias.
Asevera que por esto surgieron otras propuestas complementarias como los campos de golf, los cruceros, el turismo inmobiliario, el “yatismo”, los hoteles especializados en dar servicio personalizado, y el turismo ecológico o naturalista.
Troncoso agrega que “como una muñeca rusa o ‘matrioska’ que siempre esconde otra sorpresa dentro, el turismo dominicano continúa reinventándose y apostando a nuevas ofertas de alojamiento”.
Entre esas sorpresas señala el turismo vertical, el cual dice “abre las puertas a un nuevo grupo de turistas y grandes ventajas a la República Dominicana”.