La Conferencia del Episcopado Dominicano afirmó ayer que la celebración del 525 aniversario de la primera misa celebrada en América encontrará una iglesia que responde a su fe, pero con grandes retos para seguir evangelizando “en medio de una sociedad seducida por el mal y el hastío de las realidades que padece”, a la que deben prestar mayor atención.
Tras concluir su LVI Asamblea Plenaria, los obispos de la Iglesia Católica en la República Dominicana, consideraron como una prioridad la atención a las familias, mujeres abusadas y desprotegidas; a los adultos mayores y enfermos, las personas sin techo ni alimentos, a las personas drogodependientes, y la defensa del derecho a la vida.
“Los obispos, conscientes de los desafíos de nuestra sociedad, consideramos como un reto muy importante la formación integral del ser humano que le permita valorar y respetar la vida en todas sus etapas, tanto de los hijos, como de los padres. Trabajar para que el pueblo no se deje confundir, pues lo que promueve la Iglesia es la lucha por la vida de todos”, dijeron.
Insistieron en que “nadie tiene derecho a condenar a muerte a un inocente y mucho menos a un niño indefenso”. Abogaron por impulsar políticas públicas, que lejos de condenar a muerte, sean precursoras de la defensa de los derechos humanos, empezando por el primero y más importante: la vida de todos.
Proyectos sociales. Los obispos entienden necesario que la Iglesia continúe promoviendo proyectos de viviendas y obras sociales, principalmente en el Sur del país, a través de la Fundación de Desarrollo Azua, San Juan, Elías Piña,(FUNDASEP); y los procesos de concienciación y de defensa de los Derechos Humanos, que le ha permitido disminuir de 34% a un 6% el número de personas no declaradas, a través del Centro Diocesano de Asistencia Jurídica (CEDAJUR) y el apoyo de la Junta Central Electoral (JCE).
En cuanto a la educación, dijeron que como institución que vela por el ser humano de forma integral, apuestan a fortalecer y contribuir al desarrollo del país a través de las escuelas parroquiales y las siete universidades católicas que hay nivel nacional.
Oran por países en crisis. Durante el encuentro, los obispos oraron por los pueblos que en estos momentos atraviesan crisis internas, sociopolíticas y económicas como el vecino Haití, Nicaragua y Venezuela.
En solidaridad con esas naciones y sus pueblos, exhortaron a la continua búsqueda de la paz a través del diálogo sincero, convencidos de que es posible encontrar una salida consensuada que evite una mayor división y derramamiento de sangre.
Repudian agresiones en Nicaragua. La Conferencia del Episcopado Dominicano deploró y repudió las agresiones que en Nicaragua se han realizado a todo el pueblo, incluyendo a obispos y sacerdotes que buscan la defensa de los nicaragüenses.
“Que el Señor les mantenga firmes, como valientes testigos suyos en medio de la violencia y las injusticias que arropan a esa nación hermana”, expresaron.