En la oficina de Cora International LLC de Nueva York, Suzette Gómez está deslumbrada ante una rara belleza.
“Ese azul no se puede describir”, dijo Gómez, máxima responsable ejecutiva de la compañía de corte de diamantes. “Solo es posible sumergirse en él”.
“Ese azul” se refiere al diamante Blue Moon. Cora pagó US$25,6 millones por el diamante sin cortar, una piedra de 29,6 quilates en febrero.
Los diamantes de colores son las piedras más caras del mundo. Un diamante anaranjado de 14,82 quilates se vendió por US$36 millones en Christie’s International de Ginebra en noviembre, batiendo un récord de US$2,4 millones el quilate. Ese mismo mes, Sotheby’s vendió el Pink Dream, una piedra rosada de 59,6 quilates, por US$83 millones.
Las piedras coloreadas se han vuelto más populares durante el último decenio, según Alan Bronstein, vicepresidente de la Asociación de Diamantes Naturales de Color. Él compra, vende y analiza piedras desde hace 35 años. No existe un índice de precios para estas gemas, en parte por el hecho de ser tan raras.
El Blue Moon también puede aportar claves sobre las fuerzas que actuaron en las profundidades de la Tierra cuando se generó el diamante al menos mil millones de años atrás, según Jeffrey Post, curador de la Colección Nacional de Gemas y Minerales en el Instituto Smithsoniano en Washington.
Historia antigua. El azul se debe a los vestigios de boro que se alojaron dentro de los diamantes azules al formarse unas 100 millas (161 kilómetros) bajo tierra. Post, que es geólogo, estudia los diamantes de colores buscando pistas acerca de qué contribuye a los distintos tonos, y de dónde provienen. Ha examinado entre 25 y 30 diamantes azules, incluido el famoso Hope Diamond de 45,52 quilates. Ofrecen en su mayoría pocas pistas en razón de que pesan menos de medio quilate y sus orígenes son desconocidos. El Blue Moon podría suministrar datos mejores.
“Será uno de los pocos diamantes de un tamaño realmente estimable y cuyo origen conocemos”, dijo en una entrevista telefónica.
Petra Diamonds Ltd. recuperó el Blue Moon en enero en la mina Cullinan en Sudáfrica. La compañía también halló un diamante en bruto de 26,6 quilates que dio una piedra pulida sin ninguna falla interna de 7 quilates que se vendió por US$9,49 millones en 2009. Desenterró un diamante azul de 122,5 quilates en junio que será exhibido la semana próxima ante posibles compradores.
El Blue Moon, que tiene 12 quilates, es grande pero no pesado en el mundo de las piedras de lujo. Llama la atención por su claridad, su corte y sus matices caleidoscópicos de azul. La familia de los diamantes de colores –técnicamente conocidos como de fantasía- también incluye rojos, verdes, amarillos y otros tonos.
Luego de seis meses de intrincados cortes y pulido, la sociedad anónima Cora exhibirá el Blue Moon en el Museo de Historia Natural del Condado de Los Ángeles a partir del 12 de septiembre.
Cuando cierre la exposición en enero, la piedra puede llegar a venderse por “decenas y decenas y decenas de millones de dólares”, dijo Gómez. La empresa ya ha recibido llamados espontáneos de potenciales compradores. “Diría que esta piedra marca el momento culminante de mi carrera”.
Ciudades filipinas se activan con la tecnología
Karl Lester M. Yap
Jennifer Ann Palmares-Fong volvió a casa. Quince años después de haber abandonado Iloilo, en Filipinas, por las luces brillantes de Manila, tanto sus amigas como ella han regresado atraídas por esta ciudad antes silenciosa y ahora totalmente transformada.
“Ni en sueños pensé que estos desarrollos inmobiliarios podían crecer como hongos por todas partes”, dijo Palmares-Fong, de 32 años, en tanto se aprestaba a llevar a sus clientes a ver una obra en construcción de nuevos condominios por US$57.000. “Era un lugar adormecido, ahora de noche está todo iluminado”.
Iloilo, la segunda ciudad más grande en la Isla Panay, es el centro de la mayor transformación provincial del país desde su independencia en 1945, en tanto el presidente Benigno Aquino trata de revertir décadas de migración hacia Manila y el exterior. Nuevos aeropuertos, rutas y puertos están atrayendo a promotores inmobiliarios, comerciantes minoristas y empresas procesadoras de negocios que impulsaron un decenio de crecimiento en la capital, como el operador de call center estadounidense StarTek Inc. y la cadena hotelera Marriott International Inc.
“El Gobierno viene trabajando mucho para desarrollar ciudades secundarias, reconociéndolas como centros fundamentales de crecimiento económico”, dijo Alexandra Vogl, especialista en desarrollo urbano en el Banco de Desarrollo Asiático en Manila. “Muchas están convirtiéndose en polos turísticos y centros de comercio, servicios e industria”.
Iloilo, a una hora de avión de Manila hacia el sur, es una de las que va al frente. En el centro, se parece a cualquier otra ciudad provinciana del país –en tanto yipnis, motos y carros serpentean las calles angostas con viejas iglesias, tiendas, vendedores ambulantes y edificios bajos deteriorados. Al borde de la ciudad, el contraste es fuerte.
El viejo aeropuerto, reemplazado por uno nuevo en 2007, es una obra en construcción, donde el promotor inmobiliario Megaworld Corp. está construyendo un parque de negocios por valor de 35.000 millones de pesos (US$800 millones) con un hotel Marriott y condominios que ostentan nombres como One Madison Place y Lafayette Park Square.
Una milla más adelante, el hospital, las tiendas, el hotel y las viviendas proyectados en el Distrito Atria Park de Ayala Land Inc. podrían llegar a crear 10.000 empleos en antiguas salinas. Para los habitantes de Iloilo, el crecimiento significa nuevas oportunidades.
Julius Valderrama, de 48 años, estuvo sin trabajo durante dos años y no podía enviar a su hija Jonalyn a la universidad.
Este año, este padre de seis hijos, consiguió empleo como chófer de una empresa inmobiliaria, en tanto Jonalyn trabaja en el cuarto punto de venta de McDonald’s Corp. en la ciudad, lo cual le permite pagarse los estudios.
“Ahora incluso nos ayuda”, dijo Valderrama en el restaurante, que abrió en junio, mientras Jonalyn, de 19 años, sirve hamburguesas y papas fritas a los clientes. “Con suerte, puede ser una estudiante que trabaja para tener una formación”.
En marzo, en un foro sobre inversión en Manila, Iloilo consiguió promesas por 150.000 millones de pesos para proyectos inmobiliarios, de electricidad, infraestructura y comercio minorista. SM Prime Holdings Inc. y Robinsons Land Corp. inauguraron este año sus primeros centros comerciales en la provincia de Valle de Cagayan, en el norte. Megaworld dice que su proyecto en Iloilo generará 30.000 empleos en tecnología de la información y subcontratación empresarial, con capacidad para más de 3.000 en la planta de StarTek, con sede en Colorado.