Pagos de reparación de Haití a Francia

Pagos de reparación de Haití a Francia

Haití fue una de las colonias más ricas, si no la más rica, de Francia; sus exportaciones de café, cacao, algodón e índigo, y, especialmente azúcar cuya producción aumentó después que ingenieros franceses construyeran canales para irrigar la caña. En 1740, Haití y Jamaica eran sus principales exportadores mundiales; pero, como bien sabemos los dominicanos, el cultivo de la caña de azúcar es intensivo en mano de obra que Haití obtenía de la continuada importación de esclavos africanos.

La sociedad haitiana estaba muy estratificada, tanto o más que hoy; constituida por: Grand blancs y petit blancs, unos 38,000; mulatos y negros libres alrededor de 28,000, y, 452,000 esclavos negros (Wikipeadia). Los esclavos eran maltrados severamente por los dueños y aunque Luis XIV proclamó el Code Noir en 1865 para protegerlos, éste era ignorado por los terratenientes.

La Revolución Francesa y la Declaración de los Derechos del Hombre, 1789, tuvo gran influencia en Haití; desde los grand blancs que vieron la oportunidad de separarse de Francia, manteniendo los privilegios, a los esclavos negros que buscaban librarse de la terrible situación que vivían. El primer levantamiento tuvo efecto en 1791, tras un llamado de Francois Boukman, alto sacerdote voudou, la guerra terminó en 1803 con la batalla de Vertieres, tras la cual se proclamó la independiente República de Haití el primero de enero de 1804.

Haití fue la segunda república de América y la primera en el mundo en constituirse en una república negra libre. Una epopeya sin par, cuanto más si se tiene en cuenta que el camino al éxito se complicó con la participación de Inglaterra que invadió y España que atacó por el oriente. Lo que debía ser una lucha entre Francia y los haitianos (libertos y esclavos), fue entre cuatro grupos, cada uno con sus propios intereses. El norte, donde comenzaron los levantamientos tras la llegada de Ogé y el llamado de Boukman, tenía su comandante que el sur no aceptaba porque tenía el suyo.

Toussaint L’Ouverture héroe de la independencia haitiana, empleado doméstico de una casa de grand blanc, sirvió en los ejércitos español y francés antes de incorporarse a la guerra libertadora, sus asistentes eran Dessalines y Christophe. L’Ouverture fue traicionado en 1802 por el general Leclerc, cuñado de Napoleón, enviado a Francia encadenado donde murió. El mando para entonces unificado norte-sur, pasó a manos Jean-Jacques Dessalines un liberto.

Comenzados los levantamientos los esclavos quemaron las grandes plantaciones, lo que continuó hasta que la devastación fue total. La economía haitiana dependía de la exportación de productos agrícolas a Francia, Nueva Orleans, también a algunos ingleses establecidos en territorios de lo que posteriormente fueron los EEUU. Independizados de Francia, esta potencia cortó la importación de bienes de Haití, también lo hicieron los Estados Unidos y Canadá; la economía haitiana se derrumbó.

Pasados unos años Haití solicitó a Francia restablecer los vínculos diplomáticos y comerciales, para lo cual la potencia europea envió en 1825, navíos con 500 cañones y un tratado a firmar, en él, se requería una reparación total de 150 millones de francos que luego fueron reducidos a 90 millones, en ambos casos, sumas extraordinarias, si se tiene en cuenta que la Luisiana fue vendida por 80 millones.

Haití pagó las reparaciones a Francia en el 1833, pero para el pronto pago fue necesario tomar préstamos, con altos intereses, al parecer, a bancos estadounidenses, cuyo repago aparentemente terminó en 1947.

En el año 2003, el entonces presidente haitiano Aristide, considerando que esas reparaciones fueron causa original de la actual situación de Haití, presentó una reclamación a Francia, exigiendo la retribución de las reparaciones que había calculado montaban la suma actual de 21,700,000 millones de dólares actuales a la fecha. Sospecho que con esa reclamación que fue rechazada por Francia, Aristide dejó de “caerle en gracia” a los franceses, estadounidenses y canadienses.

Quizá, Francia y sus aliados que no quieren pagar las reparaciones demandadas por Haití, quizás, quieran hacer un plan de inversiones y ayudas suficientes que atraigan empresas privadas de sus respectivos países y crear suficientes fuentes de trabajo para que el pueblo pueda estabilizarse, educarse y mantenerse viviendo en su país, lo que normalmente se denomina “Nation Building”, en vez de buscar su solución en la República Dominicana.

 

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