Ubaldo Guzmán Molina 
El economista Pavel Isa Contreras consideró ayer muy sorprendente el hecho de que el Gobierno de Danilo Medina haya sacado a 788,000 personas de la pobreza.
“No parecen haber elementos que puedan explicar ese cambio en la relación crecimiento económico y nivel de pobreza”, expresó Isa Contreras.
El presidente Danilo Medina reveló en Nueva York que su Gobierno ha desarrollado una “revolución silente” que ha posibilitado que 788,000 personas hayan podido salir de la pobreza.
Isa Contreras dijo que con ese dato se estaría rompiendo una tendencia de la relación entre crecimiento económico y reducción de pobreza.
Precisó que el principal impacto del crecimiento económico en la reducción de la pobreza es a través del mercado de trabajo y, por tanto, en una reducción del desempleo.
Sin embargo, las tasas de reducción del desempleo son muy pequeñas en el país. “Uno no se explica cómo un crecimiento económico se pudo haber traducido en una reducción de la pobreza”, expuso Isa Contreras.
Expresó que Gobierno debe sentarse a discutir con mucho más rigor, no conformarse con un simple anuncio triunfalista.
Indicó que no parecería estar ocurriendo una mejoría en el salario mínimo formal.
Señaló que el Gobierno debe explicar cómo llegó a esa cifra de personas que han salido de la pobreza y que no repita la experiencia del Banco Central, en el sentido de que ha sido lo suficientemente abierto y transparente con respecto a las cifras del Producto Bruto Interno (PIB).
Cree que es saludable para la democracia que las estadísticas sobre pobreza sean sometidas a escrutinio público.
Consideró el triunfalismo económico ha sido una de las características de los gobiernos peledeístas.
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Descreimiento
El triunfalismo económico del Gobierno de Danilo Medina se traduce en un descreimiento de la población respecto al progreso, afirmó el economista Pavel Isa Contreras. Sostuvo que la pobreza se reduce, pero a un ritmo más lento de lo que señala el Gobierno. Dijo que el Gobierno no ofrece evidencias ni explicaciones robustas y razonables de la caída de la pobreza. Afirmó que no explica esa caída sin una mejoría significada en el salario mínimo, ni cambios en el empleo.
