El petróleo prosigue su caída en los mercados de futuros tras la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de mantener sus objetivos de producción, pero con cierto margen de libertad para sus miembros.
Ante la sobre-oferta de crudo y las expectativas de que ésta se mantenga a medio plazo, el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cayó ayer un 5,8 % y cerró en 37,65 dólares el barril, el mínimo anual y en niveles no vistos en casi siete años.
La OPEP habría dejado de ser un cártel a juzgar por el resultado de su última reunión, que concluyó sin acuerdo y sin cifras concretas. Eso sí, la organización ha establecido un nuevo techo de producción de petróleo más alto que el que estaba fijado anteriormente aunque sin cuantificar cuántos barriles de más supone, lo que en la práctica equivale a admitir que produce más crudo del acordado.
Tal y como señala la agencia Reuters, por primera vez en décadas, los ministros de Petróleo de los países productores no han dado una cifra concreta del techo, lo que deja en evidencia que el desacuerdo interno es de calado.Además, tal y como ha
reconocido la OPEP en su comunicado, «las posibles subidas del precio del crudo el año que viene no dependerán de que la OPEP alcance o no un acuerdo sobre su producción, sino de que la demanda se incremente de una forma sustancial y de que los países ajenos a la OPEP reduzcan su producción».
Es tal el sentimiento bajista en los mercados de crudo, que los futuros de petróleo para entrega en 2024 de West Texas han caído por debajo de los 60 dólares. Es decir, hay agentes en los mercados que creen que el barril de crudo para dentro de nueve años estará por debajo de los 60 dólares.